Esos amigos que son la familia de corazón

Hay muchos tipos de amigos en la vida de todos. Amigos en general, los cercanos, los del trabajo (aunque yo creo que del trabajo nunca son amigos pero lo dejo ahí), los de las aficiones, etc, etc.

Después están esos que se catalogan como “los de toda la vida” o “verdaderos amigos”, que se cuentan con los dedos de la mano. Algunos en su vida ni siquiera tienen nunca uno.

Yo los llamo “mi familia de corazón”. Porque para mí, algunos de ellos son en mi vida más importante que mi familia de sangre. Como decía alguien “a los amigos se los elije, a la familia se la hereda”.

Son esos amigos que marcan hitos en tu vida. En mi caso he tenido algunas, contadas con los dedos de mi mano, como marca la tradición, o como decía una vecina mía, “los amigos son los que se comen un saco de sal contigo“.

Ceci que dijo “ay”, se agarró la cabeza y nos dejó por una aneurisma que se rompió, hace ya 22 años.  Con esa aneurisma se fue mi gran amiga de la juventud. Las de las juergas de facultad, los viajes de juventud, las largas charlas, los trabajos conjuntos y otras tantas cosas que pasamos juntas. Aun hoy la recuerdo como si aun estuviera conmigo.

Ayer se fue mi amiga de la madurez, Elena. Esta vez se la llevó el p… cáncer. Una persona maravillosa, que hasta cuando lo necesite me tuvo en su casa 4 meses mientras yo tenía la mía. Una amistad calmada, donde los fines de semana eran de largas charlas en el parque del río con nuestros perretes, empezando a la mañana con el desayuno y esos eternos vinitos en las terrazas que completaban el tiempo.

Podría decir muchas cosas maravillosas de ella, pero sobre todo diré que me ha enseñado lo que es la lucha, la fuerza, el valor y la entereza que he recibido de ella luchando con la enfermedad. Un ejemplo para mí y los que la acompañamos en estos tiempos, en los que nos quede de vida.

Una cosa que compartíamos eran los perretes que teníamos. Ella aún vivía con un hermano de Pampa, mi teckel. Y como decía cuando mi Pampita se fue, “Cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo. ”

Pues sí, la extrañaré y mucho. Porque ya no será lo mismo muchas cosas en mi vida. Porque ella ya no estará.

Elenita, sé que ya estas con Tyson, Verdi, Pampa y todos lo que te esperaron seguro detrás del arco iris. Porque estés donde estés, no estarás sola. Ellos están contigo, acompañándote en ese prado de amapolas que tanto te gustaba. Estoy segura. 

Descansa amiga, descansa. Que tu vacío no lo llenará nunca la llegada de otro amigo.

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