Una señora de 81 años hace un tiempo me decía, textualmente “que horror lo que esta pasando, este mundo se está hundiendo”. Haciendo referencia a todo lo que pasa que tiene a todos locos.
Yo intenté, ponerme en pensamiento “orientalista”, si cabe, he intenté hacerla ver que no tiene que tener miedo. Que el sistema está montado para que la gente tenga miedo. Que es verdad que las cosas están pasando, pero que nos hacen creer o nos hacen sentir que no hay futuro, que todo es un caos y que no hay salida. Vivir con miedo, o mejor dicho con horror al futuro.
Para ello le puse un ejemplo de lo que pasó en una de las ciudades más grandes de Texas, USA. Donde la transmisión de un rumor, donde se decía que la gasolina iba a desaparecer de las gasolineras, hizo que a media tarde casi desapareciera pues todo el mundo se puso a cargar por las dudas.
Eso es “meter miedo”. Nadie al día de hoy, sabe de donde salió el rumor y porque.
No quiero minimizar lo que esta pasando, vaya por Dios. No como otros, que siguen negando el cambio climático. Al contrario, yo no niego que todo es un caos.
Veía una viñeta en el periódico, de un tío “millonario” con anillos, Rolex de oro, pajarita y traje de marca, tirado en la acera con un cartel que decía “una ayudita para este pobre millonario” y tenia debajo de las letras la imagen de todas las tarjetas de crédito como que también recibía ayuda por este medio.
Lo que me parece sinceramente frustrante de todo esto, que el dinero público sea de quien sea, tenga que salir en defensa del sistema actual que lleva muchos años jugando a la ruleta rusa con todos.
Comprendo que si esto no lo hacen, nos terminarán hundiendo definitivamente a todos, pero es frustrante.
En el año 1999, se anularon en EEUU los controles que para este tipo de prácticas no se realizaran, que se habían impuesto en el año 1930, luego de la gran depresión. Porque clamaban por libertades, por liberación de los mercados, por independencia del sistema. Y miren a donde nos ha llevado, a más crisis y dicen que peor de la de esa época. Volvieron los controles, pero siguen igual.
Ahora bien, y ahora que? Esa es la pregunta a contestar.
Hemos pasado épocas de proteccionismo, de liberación, de cosas intermedias. Cual es la mejor a adoptar?
Quizás el mundo financiero y empresarial deberían ahora plantearse esa pregunta, y ahora que? Cual es la mejor solución, para que nos terminemos de hundir en su abismo personal todos.
En los ochenta fueron los yuppies y sus extravagancias. En los 90 la burbuja tecnológica. En los 2000 la burbuja inmobiliaria y financiera.
Que burbuja queda? Que posibilidad tiene el hombre de la calle de no perder lo poco que tiene como su trabajo, por una mala gestión de los directivos de las grandes corporaciones. Eso si, como ellos tienen esos sueldos y contratos blindados, no pierden nada.
Es muy difícil no sentir pánico por el futuro, con todo lo que uno ve allí fuera. Y más en una persona de más de 80, que pasó mucho en su vida, y ve como lo poco que le queda o sea su jubilación quizás un día no se la paguen. Como para no tener estrés.
Uno intenta, restar hierro al tema, pero también siente estrés. La mejor terapia contra esto es no pensar en el futuro a largo plazo. Pensar en el hoy, y lo que hare la semana que viene o lo más lejano, las navidades que casi ya llegan. Lo que pasará luego, mejor ni pensarlo y ni planteárselo. Para que?
Si quizás te levantas y te enteras que el banco que tenía todos tus ahorros, cerró por una mala praxis especulativa, y te quedaste sin nada. Y no estoy hablando de algo imposible ni surrealista, sino que lo cuenten los argentinos y su crisis infinita. Todo es posible en este mundo convulsionado y enfermo en que vivimos.
Como la mejor forma de dar un consejo es con el ejemplo, yo no pienso en más lejos que a un mes, por eso me voy unos días de vacaciones a cerrar un ciclo. Se que será un viaje emocional a un lugar que no vuelvo desde hace 4 años, pero que debo hacer para cerrar una etapa de mi vida.
Cuando vuelva seguro todo seguirá en el mismo lugar, sino mal asunto no?
Con miedo, como bien dices, no se puede vivir. Disfruta de Irlanda y de sus preciosos paisajes y ojalá que no te llueva demasiado. Un beso.