Una de las cosas que más me gusta de Madrid, es su clima seco y si algo me tira para atrás de vivir junto al mar, es también su clima, húmedo. No me gusta la humedad. Aunque tengo que reconocer, que los días que pase en Buenos Aires, y el corte de pelo que llevo ahora, ayudaron a un mejor look por la humedad. Cosa que no me pasa aqui.
Pero en realidad no es lo único que no me gusta. Hay muchas cosas, esta es la menor.
Hace muchos años, diría más de 15 o casi, escribí una lista en un post de las cosas que me gustaban. 7 años después , la actualicé, y si la leo ahora, sigo cambiando cosas, poniendo y sacando. Y volví a actualizar en el 2021.
Pero leyendo hace unos días un artículo de psicología, decía que era bueno hacer esto, pero también escribir una lista de lo que no nos gustaba. Sobre todo, para darnos cuenta que la mayoría de las veces, tenemos la vida que queremos pero siempre o casi, no nos damos cuenta de ello.
Vamos a ver que sale. Allá voy..
No me gusta…
- la humedad
- la mentira, ni que me tomen por tonta sesgando la verdad.
- La coliflor.
- el color amarillo chillón, sobre todo en la ropa. Lo odio.
- la gente que no da la cara y la que no es sincera
- los gritos.
- muchas veces lo que hago, pero lo asumo.
- la falta de dialogo, cuando la gente se cierra en banda y no te enteras que paso.
- la suciedad de Madrid.
- la obligación social, de ser siempre «políticamente correcto».
- los chismes y chismorrear.
- las frutillas o fresas, en helado, en postres y en productos industriales. Al natural sí.
- las patatas fritas de los pedidos de comida a domicilio, siempre llegan frías, grasientas e incomibles.
- la gente que no sonríe y es amable con los demás. Los que no dicen «gracias» nunca.
- zombis, y toda la parafernalia. Las pelis de miedo. Yo no veo Walking dead.
- el maquillaje. Algo sí, pero lo justo y de vez en cuando.
- los bancos, políticos y demás jungla urbana de este siglo XXI, que sustenta y dice una cosa para que les voten y luego hacen lo contrario.
- Los corruptos y que siempre dicen, yo no fui. En realidad la gente que no se hace cargo de sus actos.
- Mucha poesía actual, que con lo que me gusta el género, no hay quien la lea ni la entienda.
- tener que salir por obligación.
- La falta de lealtad y reconocimiento de unos con otros.
- el silencio impuesto, no deseado.
- La devoción de algunos por la imagen, vacía de contenido.
- la devoción de otros, por gente que ni siquiera han crecido, vivido, o aportado a los demás. Va, el cholulismo.
- Los gatos. No me molestan pero no para tener uno en casa.
- La violencia en todas sus formas, y las armas.
- La intolerancia por el que es distinto, piensa distinto o tiene otra religión.
- Las tabletas. Sinceramente, no sirven para nada. Entre el teléfono y el ordenador, este punto intermedio, salvo para ver pelis en la cama y listo. Menudo gasto.
- La gente que aparece solo cuando necesitan algo y los que desaparecen sin decir porque.
- La coca cola en todas sus formas. Aunque la Zero es una solución sino hay otra cosa que tomar…
…ya está bien con lo que no me gusta no?
Posiblemente porque como muchas veces digo últimamente, tengo la vida que quiero tener. Que puede ser mejor? por supuesto, todo se puede mejorar, pero en realidad yo he asumido estos últimos años muchas cosas y he dejado por el camino a otras muchas. Llegado a este punto, que me ha costado y mucho. Se podría decir que tengo la vida que quería tener.
Vivo tranquila, relajada, solo preocupada por cosas nimiedades de la vida moderna , cosas que no terminan de cuajar pero son externas, que la mayoría de las veces no dependen de mi. He largado tanto lastre, que ni yo me lo creo.
Se que he cerrado una etapa de vida e iniciado otra estos últimos meses. Y lo tengo super claro.
Aunque aun espero ese deseo que siempre pido, que dice «solo espero que algo me sorprenda, gratamente, que diga – jope, que fantástico. « Algo que no espere y llegue. Porque sinceramente ya no espero nada y sobre todo no pido nada.
Eso es lo único que hecho en falta en mi vida, quizás. Lo demás, me pueden gustar las cosas, situaciones, gente, más o menos, pero como se dice hoy en día, «es lo que hay». Como aceptación de la realidad.