40 años, no son nada o si….?

El 16 de diciembre de 1983, me dieron la última nota de la carrera de arquitectura. Por lo tanto, mañana cumplo 40 años de arquitecto. Wow.

Arquitectura no era mi primera, ni ninguna opción de estudio. Yo quería estudiar Bellas Artes, pero como siempre mi madre que era una señora muy señorona consideró que no era una buena opción para mantenerme económicamente.

Sinceramente le tengo que dar las gracias que insistiera. A veces no le hacemos caso a los padres, pero craso error. Porque cuando me planteo el problema, me vino la idea de estudiar arquitectura porque tenia una parte creativa y otra técnica. Nunca me lo había planteado. Así que estudie para el acceso y entré. 

Hice la carrera en 6 años, los correspondientes. Y al mes de salir encontré el primer trabajo en una empresa constructora, en la oficina técnica. Eso si, luego de un mes de vacaciones en el mar, para poder descansar de la paliza que fue cursar Proyectos 5, que nos tuvo a mi y otras dos compañeras, 4 meses encerradas en un piso proyectando y sobre todo dibujando. Porque hicimos la carrera con lápiz, rotring  y reglas. Los ordenadores en esa época no existían.

La parte creativa no fue un problema porque se me dio bien. El dibujo y la creatividad del espacio era lo mío. Y ese primer trabajo con dos técnicos me dio las bases de aprender de construcción, de hacer presupuestos, etc. etc. Me ayudo a aprender lo que la facultad no me había enseñado. La realidad de la construcción. Como ahora haría un master. En mi época tampoco había eso.

Recuerdo con mucho cariño a esas dos personas que me enseñaron tanto en los tres años que trabajé con ellos. Porque me dieron las bases para completar mi formación, que me ha acompañado hasta ahora.

Nunca he sido un arquitecto vocacional sino un arquitecto práctico. Me gusta la arquitectura, verla y diseñarla pero nunca fue mi vocación. Lo que si, me dio el medio de vida para desarrollar la vida que hice. Con mi profesión pude viajar, disfrutar de la vida y sobre todo pagar las facturas hasta hoy. Quizás si hubiera estudiado bellas artes, no hubiera sido así. No me arrepiento de las decisiones que tomé.

Ahora 40 años de empezar, me divierte un montón hacer arquitectura, aunque me centré en las reformas de viviendas. Hace poco le decía a unos amigos en un cumpleaños que me justaría antes de jubilarme diseñar otra casa desde cero.

En mi carrera diseñé varias. Algunas las construimos otras solo quedó en proyecto. Pero ya hace muchos años. Pero puedo recorrer Madrid, la ciudad donde vivo y las puedo ver. Un edificio sobre todo que queda cerca de la M30, cada vez que paso lo veo y me siento orgullosa de mis proyectos. Es más una amiga vive en ese edificio. Y cuando voy a su casa de visita, me encanta. Hace unos años le reformé un baño y fue un gustazo.

Pero hacer una ahora desde cero, seria un sueño para cumplir. Aunque veo pocas posibilidades reales. Pero es bueno seguir con sueños no?

Así que llegado a este aniversario, le doy las gracias a mi madre, la señora muy señorona, que me hizo reflexionar que no estudiara lo que quería. Le doy las gracias a la arquitectura, porque me dio y me da los medios para vivir. 

Y como el año de jubilación lo pondré yo, porque por las características de esta profesión no hay año fijo, mientras tenga trabajo, seguiré en ello. Si algo tengo que reconocer es que me ha permitido desarrollar la vida que tengo y quiero. Que más puedo pedir? quizás diseñar una casa desde cero de nuevo.

Alguien se anima a contratarme para ello? pues aqui estoy. Sino en otra vida.

Nota: la foto de la portada es como quedamos después 
que nos dieran la nota. Nos tiraron huevos, harina 
y no se que más. Toda la ropa la tuve que tirar, 
pero que recuerdos.

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