Una tormenta en un vaso de agua

Otra expresión verbal y de uso cotidiano, que usamos siempre, pero ¿sabemos lo que significa?

Cuando hacemos un mundo de algo insignificante. 

Lo que ahora se dice «mucho drama», a veces despectivamente. Cuánta gente conocemos que le gusta el «drama» en todo de sus vidas. Es como si no pudieran hablar de las cosas sin dramatizarlas. Esto lo veo mucho estos últimos tiempos.  Y siempre me pregunto, ¿por qué es así? 

La vida es la que es para todos, cosas buenas y cosas malas. Es ley de vida. No le pasa a unos y a otros no. Nos pasa a todos. Va por rachas, por períodos. Puede que «algunas tormentas» se ceben más con unos que otros, pero es general.


«una tormenta en un vaso de agua«, es cuando no damos la verdadera magnitud a la tormenta, sino que nos hacemos problemas por nada o por poca cosa.

Creo fervientemente, que aunque mucho drama o tormentas, como lo quieras decir, a veces depende de circunstancias y de otros, también en mucho, de nuestra actitud personal para afrontar ese drama. Por eso esa expresión «una tormenta en un vaso de agua», es cuando no damos la verdadera magnitud a la situación, sino que nos hacemos problemas por nada o por poca cosa. Hay que enfrentar el «drama o la tormenta», en su justa medida, ni más ni menos.  La actitud ante la vida, es más de la mitad del resultado que se obtenga de ella

Algo de drama y tormenta, está bien, pero no creo que deba ser la base de nuestras vidas. A mucha gente, y  más de lo que creéis, le gusta pensar siempre en «dramas«, para tener tema de conversación, cuando sus vidas son de lo más normalitas. Pero esta actitud, agota a cualquiera y termina con que los que te rodean no te hacen caso más. Ya sabes como dice cierta actriz “Como te ven, te tratan. Si te ven mal, te maltratan. Si te ven bien, te contratan“.  Y yo agrego, por favor, menos drama, menos tormentas en un vaso de agua.

Ya sabes vive, ama y sobre todo se positivo, no hagas una tormenta en un vaso de agua, que el agua del vaso  como es poca se evaporará pronto, y la tormenta desaparece en un chasquido de tus dedos, te lo aseguro.


Imagen vía @Zaira Alfaro en  Flickr
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