El misterio de Halloween

Ayer, justo Halloween ha pasado un misterio que no tiene explicación lógica y que nunca la tendrá. Como si las puertas entre mundo de hadas y la realidad se haya abierto y dado paso a algo increíble y sin explicación.

Os cuento.

El año pasado con Bea, decidimos comprar dos décimos de Dña. Manolita para navidad. Lo hicimos online, lo recibimos por mensajería y sin problema. Aunque no nos sacamos la lotería. La experiencia nos llevo a que este año, decidiéramos implementar la costumbre todos los años.

Compre yo dos décimos sin saber el número, al boleo como hacen muchos españoles luego de las dos o 3 horas de colas que hacen para comprarla en la tienda física. Evidentemente con el sistema online nos ahorramos las colas.

Ayer me puse a pensar que no los había recibido y ya había pasado mucho tiempo. Me puse a investigar  . Tenia un par de mail sobre el envío, y lo raro fue que el último decía que los había recibido.

Luego del descoloco inicial, me dije “yo no los recibí”. Busqué el teléfono de contacto con la Administración de La Manolita, y al segundo intento lo conseguí.

Explique que no lo había recibido, y la señorita muy amablemente me dijo que iba a ver que había pasado. Desde ese momento se dio un día de locura. Llamados de ellos, de la agencia de transporte, y en todos no lo decían pero me tachaban de mentirosa porque según la agencia de transporte la persona que lo había recibido dio mi DNI verdadero.

Terminé por cabrearme. Y decir “vale, asumo la pérdida pero yo no los tengo. El verdadero problema lo tiene ustedes la Administración y la Agencia MRW que fue la que lo entregó, porque seguro no será el único caso y todo esto involucra robo, suplantación de identidad y sobre todo protección de datos. Porque alguien dentro de la agencia uso mi DNI de otros envíos. Porque yo no lo recibí”. Evidentemente siguen sin creerme. Es su palabra contra la mía. Y di el tema por terminado.

Hoy he recibió otra llamada de la Administración para preguntarme si la Agencia me había dado una explicación. Como seguimos en un dialogo de besugos. He propuesto que me digan el número y serie de los dos décimos que me mandaron y yo hare la denuncia de robo en la policía. Porque solo ellos saben los número que me mandaron y así, aunque no tenga los décimos físicamente pero si la denuncia, si sale premiado, la Lotería me daría la razón a mi. Hay antecedentes de casos similares.

Ya lo decía mi abuelo Juan José, “todos los números están en el bolillero, ¿y si toca?”. Juro que si me los dan la haré. Porque yo no los recibí.

Ha sido todo tan kafkiano que cuando volví del paseo del perro, revise mi reciclaje de papel, por si por equivocación lo había tirado con el embalaje de otro envío. Porque recibo envíos de MRW muchas veces. Pero no. No estaba.

Todo esto me deja la sensación de indefensión. El gasto son solo 40€. Asumible. Pero lo grave es que alguien rellenó mi número de DNI original. Ahí esta lo grave.

Misterio de fantasmas, no me digan. Y justo en Halloween.

Ahora solo esperar que me pasen el número porque los dos décimos eran del mismo. Y ha hacer la denuncia. Eso si, la costumbre de usar el online de La Manolita se acabó aqui. Que les den a la tecnología.

Esto quedará en los anales de los misterios sin resolver de mi vida. Que son muchos pero que quizás os contaré en otro post o quizás luego de 17 años ya los conté aqui y no lo recuerdo. Qué al final 17 años dan para mucho.

 

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Coco tenía razón

Estaba leyendo las búsquedas en Google que te traen a este blog, y una que me llamo la atención era, que buscaba el significado para una frase que dijo Coco Chanel, y que yo me la digo mucho. Y es…

“No pierdas el tiempo golpeando la pared, con la esperanza de convertirla en una puerta”

¿En serio puede alguien no entender lo que quiso decir? Para mi es clasificador… “Para que sigues queriendo conseguir una cosa si nunca lo haras“.

Todos los intentos tiene un límite. Aunque los gurus de coaching te quieran vender la película que si fracasas vuelve a intentarlo y te levantas y de nuevo… pueden tener razón en parte, llega un momento que hay que tirar la toalla. Sobre todo, no repetir siempre con el mismo tema. Sino se se te da, busca otro distinto no?

Saber cual es nuestro límite en intentar algo, es ser maduro, realista y sobre todo conocernos a nosotros mismos.

Hace mucho tiempo alguien me dijo “genios en una actividad, son uno cada un millar o un millón de personas de la misma generación. Los demás se tienen que hacer con constancia, trabajo y dedicación”. Muy bonito y real. Pero por más que yo me empeñe por ser otra cosa de lo que soy, llegará un día que tire la toalla, y sea lo que verdaderamente soy, no?

Nos educan  en una sociedad competitiva, donde todos tienen que ser número 1. Y no, eso es imposible.

Ese límite de seguir “golpeando la pared, con la esperanza de transformarla en una puerta” lo ponemos nosotros. Y no es tirar la toalla, es ser realista y verdaderamente poner el esfuerzo en cosas reales y posibles de conseguir, y no en quimeras.

Esa metáfora de golpear la pared para que se transforma en puerta, me gusta mucho. Recuerdo que cuando la leí por primera vez, me veía a mi misma dando cabezazos a una pared para hacer un agujero. Es muy clasificadora.

Muchas veces nos obcecamos con las cosas, y no disfrutamos lo que tenemos a mano. Eso así de simple significa la frase. No se si en verdad fue una frase de Coco Chanel, pero porque no creerlo?

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De todo un poco

Muchas cosas he visto, sentido y vivido estos últimos 15 días. Tantas cosas me han pasado por la cabeza que creo que aún estoy dispersa. Porque no hay nada mejor que viajar para revolver todo. Y si es a un país extranjero, con otro idioma, mejor aún.

Pues sí, ya he vuelto de mi viaje a Escocia. Podía hablar varios días de la experiencia, que ha sido maravillosa, pero me la guardo para mí. Solo diré que una tarde, entre otros sentimientos, he sentido algo que nunca había sentido. “Inmensidad”.

Si cierro los ojos, aún recuerdo lo que sentí, y espero que no desaparezca en mucho tiempo. Como si el alma se hubiera expandido, como si hubiera volado. Es muy extraña la situación que viví. No sé muy bien cómo explicarlo, salvo que sentí “inmensidad”.

Inmensidad es un sentimiento? no creo, pero es como si el alma se hubiera expandido al paisaje que estaba viendo. Ha sido mágico.

Muchas cosas han pasado en estos días. He conocido gente maravillosa, compañeras de viaje, que lo mínimo fue las risas a todo momento. Como me hacía falta eso, por Dios. Risas. En mi vida y mi entorno, con todo lo que paso estos meses, han estado bastante ausentes.

Gente que desinteresadamente y sin conocerte de nada, te dan su cariño, amistad, tiempo, preocupándose por ti en todo momento. Ya no recordaba lo que era eso. Con quienes puedes tomarte unos cuantos gin-tonics, con risas y más risas. Que puede haber mejor!!

Esta experiencia con ellas, me ha recordado a esos libros que he leído de 4 amigas que viajan en el tiempo a la edad media. Cuando lo leía me reía de las burradas de los comentarios de las protagonistas al contraste entre de donde venían y donde estaban. Pues salvando las diferencias, que no estábamos en el medioevo, pero si en Escocia, lo mismo, resguardándonos en el idioma diferente, las burradas estaban aseguradas. Maravillosos momentos, que escribiendo aquí lo hago con una sonrisa recordando.

Espero que podamos repetir, porque nos lo prometimos y nos queda de la mitad de la isla hacia arriba. Solo conocimos  el sur y parte del medio. Estoy seguro que encontraremos el momento de hacerlo.

Hace muchos años, yo dejé de hacer un viaje con alguien muy querido para mi por el bendito trabajo, y lamentablemente esta personas, a las semanas de volver de ese tiempo sin mí, nos dejó. Nunca lo he olvidado, y luego de más de 20 años aun me recuerdo, que cuando tenga la oportunidad y las ganas, nada superfluo me va a detener. Nunca más.

Por eso, sé que si está en mi mano, repetiré con mis nuevas maravillosas compañeras de viaje, y por supuesto si ellas quieren soportarme. 

Este tiempo ha sido instructivo para mí.

He aprendido que se pueden aun tener o sentir cosas nuevas como la inmensidad.

He aprendido que podemos seguir encontrando gente maravillosa en nuestras vidas, aun la edad y las circunstancias.

He aprendido que aún me quedan muchos lugares maravilloso por ver y conocer. 

Muchas cosas para un viaje no? Cuando repetimos? porque me siento muy viva después de esta hermosa experiencia.

Sinceridad

La sinceridad es una cualidad a la baja en esta sociedad. Si le decís a alguien con el cual existe una amistad, un cariño, sinceramente lo que pensas o sentís, te ven mal y seguro se ofenderán dejándote de hablar, muchas veces.  Si se lo decís a alguien que trabaja contigo, se le pondrán los pelos de punta, y te dirán de todo. Y no decir a los jefes, te echarán.

Decir la verdad siendo sincero, no esta bien visto hoy en día.

Existe la creencia popular de pensar “mejor una mentira que la verdad”. La llaman “mentiras piadosas” y nos quedamos tan achos. Ya lo dicen los psicólogos, la realidad es imposible de sobrellevarla en un 100%. El hombre se crea mecanismos que se la dulcifique. Pero ahora eso también pasa con la sinceridad.

Si eres muy sincero, o franco, y hablas con el corazón, creas un halo de ser una persona segura de ti misma, que posiblemente no sea real, pero a la gente les jode. Decir lo que se piensas, jode. Siempre me he preguntado porque. Ser sincero, no significa ser bruto en como decir las cosas. Hay mil maneras de decirlo para que no resulte duro si lo dicho es duro o resulte creíble si lo que se dice lo es, o resulte firme si lo que se dice lo es, aunque duela.

Vivimos en sociedad y tenemos que soportar estas idioteces, sino nos queda el camino de hacernos ermitaños e irnos a vivir a una cueva. Cosa que obvio yo no haré, porque seguro no tendrá conexión a Internet.
Pero cada día que pasa, me doy cuenta, que en muchas cosas estoy equivocada. Pero tengo un verdadero problema. YO no quiero cambiar. Porque no cambian ellos?

Y que me dices, cuando la sinceridad se lleva al tema de los sentimientos, es aun peor. No se puede ser muy sincero con lo que uno siente o se sintió ante una situación. Ya sea, por no herir a alguien, o por no dejarnos al culo al aire a nosotros mismos.

En fin, todo esto me parece hipócrita. Si decís las cosas porque las decís, sino las decís porque te las guardas.
Si sos sincero y frontal, la gente te ve mal. Si no queres hablar de un tema concreto para que no se metan, es que sos muy reservado síntoma que estas mal, estas deprimido.

(Suspiro)

Decía un dicho popular “nunca se pesca al gusto de todos” o algo por el estilo. Yo diría “nunca se dice o hace nada al gusto de nadie, solo al tuyo“. Porque menuda paciencia hay que tener.
La gente esta tan acostumbrada a meterse en la vida de los demás que no respeta nada, a juzgar sin escuchar,  aunque le digas de frente “no quiero hablar del tema“.

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Si, nunca seré una princesa, gracias vida!!!

Este blog, como digo siempre, da para mucho con tantos años. Una vida casi de mayoría de edad. Releyendo post encontré este que me ha hecho reflexionar como ha cambiado o no mi vida desde su fecha de publicación, hace 7 años.

Como las novelas que están de moda ahora, que son series donde los personajes se repiten y cada libro de la saga muestra la vida de cada uno de esos personajes que aparecen en el primer libro, así a veces veo mis post. Aunque en mi caso, hay un único personaje y soy yo.

Porque evidentemente lo que pasaba hace 7 años ha evolucionado o no tanto como creía, por eso lo de mi reflexión.

El trabajo convulso que ocasionó el primer post, se calmó. Tengo que decir, que aunque hay que pelear día a día por el trabajo o conseguirlo para ser más precisos, el mayor orgullo que tengo de no ser una “princesa” es que con 32 años que llevo viviendo en un país lejano y sin red de seguridad, ha sido mi medio de vida.

Todo lo que he logrado ha sido por ese trabajo, que en mi época consideraban masculino y que nunca lo haría una princesa, la construcción. He tenido que tragar con bichos varios, con comentarios que ahora podrían ser censurables pero antes había que poner una sonrisa, aunque por dentro quisieras matar al gracioso.

Lo bueno es que en las nuevas generaciones, las mujeres, aunque cobren menos dentro del sector lamentablemente, son igualitarias en trabajo y se las respeta por eso. En mi caso, para solucionar este problema me busque la vida y soy el CEO de mi propio trabajo. Yo soy la jefa, por así decirlo. Y como todo en mi vida, busque una solución por mí misma, sin tener que depender de un hombre y ser una princesa.  Así la “brecha salarial”  la hacía desaparecer, y lo que consiguiera solo sería por mi propio esfuerzo sin importar el género. 

No me arrepiento, es más, creo que tengo la vida que siempre he buscado. Pausada, donde me encanta lo que hago, y la gente que colabora conmigo hace ya tanto tiempo, que encajamos en el engranaje laboral perfectamente. Y para más inri, me pagan por ello. Qué más puedo pedir? No soporto jefes, ni compañeros laborales pesados o lo que sea. Es lo perfecto.

Hace mucho en algún libro, creo que fue “El Elemento”, aconsejaba que debíamos encontrar ese elemento que hiciera que la vida sea buena para nosotros. O algo por el estilo. Yo no creo haberlo encontrado específicamente, porque posiblemente si bien es mi medio de vida la arquitectura, yo empecé en esto porque era lo que había, aunque luego me gustara. Pero debo reconocer que en casi 40 años que llevo en la profesión, me he montado mi sustento independiente, sin tener que depender de otros. Eso me hace feliz.

No hay nada más gratificante que eso. Porque si algo me ha repetido mi madre siempre, aunque ella quería que fuera maestra como ella, que el dinero mejor para una mujer era el que le daba su trabajo y su independencia. Lo demás era accesorio.

Esa independencia te hacia libre, aunque tuvieras una familia, que no tiene nada que ver una cosa con otra.  La no dependencia material de nadie te hace libre. Y si bien, hay subes y baja, porque siempre es más fácil tener red de seguridad al rededor, el darte cuenta que no eres una “princesa” sino una “guerrera de la vida”, es una maravilla.

Yo jugaba con la ropa de mi madre cuando era pequeña, pero no por parecer una princesa, sino para simular ser una cantante de ópera. Porque si, algo de diva si tengo. Pero nunca princesa. Gracias a Dios, aunque me guste el rosa. Todo tengo que decirlo.

 

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Una taza como excusa de anclarnos al pasado

La prueba de que a veces me anclo al pasado y no avanzo es una taza. Pues si, una que tiene historia.

En el año 2003 fui a New York para encontrarme con mi sobrina que vive en Los Ángeles, y NY era más o menos la misma distancia para ambas. Como yo llegue unos días antes, llevaba décadas sin ir, me fui a ver mi museo preferido que es el Metropolitan.

Amo ese museo, sobre todo su tienda. Es impresionante la cantidad de reproducciones de cosas antiguas que tiene, en especial de joyas como bijux. Aunque yo me compre solo una taza. Una que se convirtió de repente en mi preferida, por el lugar donde la compre, por lo bonita que era, por la connotación emocional del recuerdo de ese viaje, tan especial para mí.

Soy bebedora de té por la tarde, de toda la vida. Mi existencia no puede estar sin café a la mañana y sin te por  la tarde. Es como funciona mi cuerpo, sé que son las 5 porque me pide mi estómago un té. Ahora tomo te rojo, pero el té negros con una “neige du lait” como dicen los franceses, y fría como toman los ingleses.

Luego de tantos años de vivir en España, he tenido que soportar que me pusieran leche caliente dentro de la taza de té vacía. Para mí es como vomitivo. Por suerte con la Europeización de España, ahora hay cultura con el té, antes no. Bueno y de café, aunque aún hay bares que por las tardes es imposible tomar un café por como lo hacen. Alguna vez lo comenté y algún entendido me dijo que la culpa era la temperatura que les ponían a las máquinas de café. Pero bueno, no es relevante, y no tengo ni idea.

Luego de esta explicación, mi afición al té en las tardes viene de lejos y siempre he tenido una taza preferida, que uso yo sola y exclusivamente para eso. No sé si saben, que el té se toma en porcelana, en cerámica se cambia el gusto. Así que siempre han sido tazas o jarros delicados.

Esa taza preferida del Metropolitan Museum, un día cualquiera abrí el microondas y le di tan meneo que la rompí. Me sentí desolada pero pensé, “bueno, tendré que volver a NY para comprarme otra”. Otra época de consumismo total.

El tiempo paso, tuve y tengo otra taza alemana que me gusta mucho, más grande que la otra, de porcelana, y que cumple todos los requisitos para el té rojo. Pero la broma de volver a NY para comprarme otra taza igual a la anterior, siguió. El año pasado entre broma y broma, montamos un viaje a la ciudad que nunca duerme a comprar la taza.

Como el tiempo pasa, y las cosas solo quedan fijas en la memoria nuestra, las modas habían pasado y tenían otros modelos. Pero cuando ya nos íbamos de la tienda del  museo, así como no quiere la cosa, vemos una oferta y ahí estaba ella, des catalogada se vendían las últimas. Como si todo se conjugara para cerrar un ciclo y volver a tener mi taza preferida.

Pero saben una cosa? Eso fue hace  mucho tiempo, y aun tiene  la etiqueta del precio puesta. Cada vez que la veo, colgada y sin usar, porque el sitio de preferida lo tiene la alemana, pienso “las tonterías que uno piensa y hace o valora del pasado, que pasado fue y como tal ya paso”.

Esta no es la taza en cuestión, pero es la que la reemplaza para que vean la tontería que es, montar un viaje por una taza, solo porque la extrañaba, una simple taza.

Pero bueno, la tontería  dio juego, pase unos días fenomenales, volví a NY y la taza esta colgada en mi cocina. El que no quiere conformarse es porque no quiere.

La moraleja de esta historia, es como nos anclamos a recuerdos del pasado como si fueran importantes. Y no nos damos cuenta que la vida sigue y el pasado ya pasó.

A mi me lo sigue recordando una simple taza de té que ni uso.

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El misterio de un tal Ruben, again

Trasteando en este blog, que 17 años dan para mucho, encontré de nuevo este post, que lo reedito, porque aun sigo sin saber quien ese “Tal Ruben”. Y debo reconocer que debe haber sido alguien transcendente porque sino aun tengo colgada la postal en mi estudio… Ahí va…

“Llevo una temporada con un misterio en mi vida, que ayer volví a recordar. Con la mini obra que hice el año pasado en casa,  y la cantidad de papeles que tire, encontré otros, que guarde.

Una de las cosas fue esta postal

La persona  que me la mandó, lo hizo con sobre, porque solo tengo la postal. Es del año 97, más precisamente del 29/10/97, como subraya Día de ñoquis, por lo que deduzco que  el tal Ruben, es argentino o vive en argentina. Según leo en la postal, tenemos la misma pasión por el tango, chateábamos por Internet,  pero sinceramente no tengo ni idea de quien es.

El reverso de la postal dice “Lucre: Debería mandarte un adoquín, un cacho de vía de tranvía y un poco de tierra de San Telmo, pero se me hace complicado. Creo que la foto es todo eso y mucho más. Por ej. como siento yo Buenos Aires o cosas que corren con los glóbulos “argies” cuando chateamos, es como hablar con máscaras totales. Pero que no ocultan lo sensible de cada ser. Un corte una quebrada, un beso .. .Ruben.

 

Por Dios, quien es Ruben. Suelo acordarme muy bien de la gente aunque puede que de sus nombres no, pero si estoy segura que nunca he chateado con alguien de Argentina, cuando lo hacia. Evidentemente, yo ya vivía por España, vine en el 91, debería recordarlo.

Así que, para dar voz a un recuerdo con misterio, si Ruben alguna vez lee esto, que me diga quien es…

Y sino, ahora la postal está colgada con otros recuerdos aunque no sepa quien es. Porque si tengo esto, debe haber sido aunque sea alguien que sabia que la nostalgia y el tango, me identifican. Alguien que sabia que me gusta mucho San Telmo, y que si viviera en Buenos Aires, quizás lo hiciera ahí. Alguien que también le gustaban los ñoquis como a mi.  Alguien que también se preguntaba por la vida o lo que somos.

Posiblemente más que lo que mucha gente que conozco por aqui. Ruben, quien eres?

Pero saben, ahora tuerzo la cabeza y veo colgada la postal, y me roba una sonrisa. Porque aunque no recuerde quien es, si ha existido, porque tengo en ella la prueba y recordar este misterio me hace sonreír.”

Me seguirá sacando una sonrisa siempre… recordar este post. Y pensar que para alguien en algún momento fui tan especial que se tomo la molestia de mandarme esta postal.

Un regalo del pasado.

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¿Quién se acordará de nosotros cuando hayamos muerto?

Ayer fui a Toledo a visitar a unos amigos, y con la persona que viajaba en el coche, hablábamos de lo inconsistente de esta sociedad rota en que vivimos. De lo que quedará o lo que genera. Y me puse a recordar un viaje a NY.

Recordar un viaje hace tiempo para darme una vuelta por el Metropolitan Museum de NY, unos de mis museos preferidos en el mundo. Bueno de los que yo conozco, que tengo que decir son muchos. Me gusta porque su colección al ser de donaciones para evadir impuestos de las grandes familias americanas de finales del 19, lo que hay es exquisito. De todo, pero fantástico. No pasa lo mismo por ej, en el de El Cairo, que tiene mucho apilado uno sobre otro. Aquí, no es solo la colección, sino como la muestran. La pintura europea que tienen impresiona, sobre todo lo que tienen de Van Gogh.

A lo que iba.

Mientras paseaba por sus salas, pensaba en que esta generación y las sucesivas, no dejarán nada muy duradero a la historia. Todo es tan efímero. Bueno dejaran recuerdos de guerras, de conflictos, de crisis, etc, Pero eso que de vez en cuando se encuentra una tumba de un visigodo o de un romano, por decir alguno, llena de cosas que se le dejaba a los muertos, y forma parte de sus ajuares funerarios mostrando su contundencia en la historia. Quien ahora entierra a sus muertos con cosas? nadie evidentemente, es una época distinta. . Es más, todos o muchos, incinerados, ni las cenizas.

¿Entonces porque acumulamos cosas en vida? ¿Necesitamos todo lo que tenemos?

Hay gente que llega a acumular, colecciones temáticas, que la mayoría de las veces no formaran parte de un museo por falta de valor, e irán a la basura. Porque estoy cansada de ver vaciar pisos por fallecimiento de sus dueños, para hacer obra luego que lo vendieron, y se llenan contenedores con fotos, cuadros, colecciones y lo que sea.

Posiblemente no lleguen a la basura y si al Rastro, como algo vintage, porque el que lo vende lo haya sacado del susodicho contenedor. Es más, yo tengo un montón de latas que he sacado de contenedores o vaciamiento de los pisos antes de obras. Y porque nadie entierra a los muertos ya con joyas, o utensilios para usar en otra vida, posiblemente porque mejor que se lo lleve el muerto, sea vendido para los vivos, o porque en otra vida no se necesita nada, solo como vinimos a esta, desnuditos.

Me doy cuenta, que para mi es importante pensar en esto, cosa que hago cuando veo lo que tengo que estoy convencida, terminará en un contenedor cuando yo no este. También reconozco, que si algo se recuerda de esta sociedad, será lo que la memoria guarde o el sistema quiera que se recuerde.

Porque si hubiera un apagón tecnológico por lo que sea y que lamentablemente se espera, y todos los datos o energías se perdieran, o si la humanidad desapareciera y de repente alguien pasara por aquí y viera lo que quedó, solo encontrará cosas de la antigüedad,  de nuestra era no quedará nada o casi. Está estudiado, que  una ciudad moderna necesitaría 300 años para desaparecer totalmente absorbida por la naturaleza y el deterioro del tiempo sin mantenimiento humano. Sería  como el efecto del Alzheimer, se borrará todo.

Todo es tan efímero en estos tiempo, que  me deja la sensación de que nada es importante y duradero. Donde posiblemente lo único que quede cuando muramos en muchos casos, será solo el recuerdo de nosotros mismos y nuestra vida en los que aun viven, en los que nos quieren.  Pero llegará el momento, que ellos también partirán  y nosotros desapareceremos de la memoria colectiva.

Toda esta reflexión me lleva a valorar el hoy. En no pensar mucho en el mañana. Para que. Mejor disfrutar lo que tenemos actualmente, no? 

En una sociedad, donde “se valora más a un “influencer”,  sin saber muy bie que significa eso realimente, “que a un Nobel”, como decía hoy en la prensa Carmen Posadas, la escritora, que se puede esperar? Nada. La inconsistencia general hace que todo sea efímero, sutil y con tendencia a desaparecer sin darnos cuenta. 

Vivamos de tal manera que cuando no estemos, nuestro recuerdo haya dejado impronta en los que nos rodean. Aunque también tenga fecha de caducidad.

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Recuerdos refugio

Siempre nos llegan mensajes con una frase o una reflexión que no pedimos, pero nos hacen pensar. Esos mensajes que uno recibe, que le gusta y reenvía, como si fueran un mail.
Uno de esos, hacia referencia a la gente que pasaba por nuestras vidas y con los que elegíamos quedarnos.

No lo transcribo, porque borro los mensajes una vez que los leo. Pero lo recuerdo,  me gusto y porque me motivo a pensar en toda esa gente que uno lleva en la memoria diaria. Gente que de repente piensas “que será de la vida de tal o cual”.

Yo tengo varias personas que están en mi pensamiento diario o casi. No se muy bien porque aparecen, porque tampoco es que son amigos entrañables o familia. 

Pero me ha pasado mucha veces que el recuerdo de conocidos que vienen también del pasado. Nombres que me han acompañado en mi crecimiento como persona. El más notorio fue alguien que fue importante para mi en mi adolescencia y que por circunstancias nos alejamos. Pero siempre volvía a mis pensamientos, y tengo que decir que por años. A veces preguntaba a los que si sabia que le veían  que tal estaba, porque conmigo había cortado toda comunicación. No por peleas, sino por la distancia y el tiempo.

Hace uno años y por uno de mis hermanos, coincidimos nuevamente con esta persona. Los tres, como en los viejos tiempos, más de treinta años. Luego de un rato de estar charlando de repente yo pensé “y este quien es?” era alguien totalmente distinto a que venia  a mi pensamiento. No le conocía de nada, pero es más, me caía super mal. Así que me excuse, y les deje solos. Recuerdo la sensación de cuando salí de donde estábamos, como si el recuerdo de repente hubiera desaparecido. Nunca más tuve su recuerdo recurrente.

Con el tiempo me di cuenta que ese recuerdo constante de esta persona, solo era algo “ideal”, algo que me hubiera gustado tener, como un osito de peluche para achuchar y dormir, era un recuerdo “refugio”, como yo les llamo, pero nada que ver con la realidad.

Con los años, me he dado cuenta que yo he tenido mucha gente referenciada como “recuerdo refugio”. Posiblemente los siga teniendo, pero ya menos. Porque cuando me ido encontrando de nuevo con esas personas, la realidad ha borrado esos “recuerdo refugio”, donde volvía en un momento de necesidad emocional. Quizás eran recurrentes porque estaban lejos. Y cuando nos encontrábamos la idealización desaparecía.

Lo mismo pasa, con los que ya no están con nosotros.  El otro día encontré  limpiando la biblioteca, que de apoco se va reduciendo de papeles y revistas, fotos de una amiga entrañable, como mi hermana, que se fue hace más de 20 años, diciendo “ay” y desplomándose muerta pillándose la cabeza con una aneurisma.

Fotos, donde me mostraba a su primer sobrino. Ella siempre ha sido un “recuerdo refugio” para mi. Hoy en día, luego de hacer tanta limpia de “supuestas amigas”, me pregunto si viviera, aun hoy lo seríamos. Estoy convencida que si. Bueno, como no lo puedo saber seguirá siendo uno de mis “recuerdos refugio”.

Pero como decía el mensaje que ha desencadenado esta reflexión, nos quedaremos con los que son importantes, sean recuerdos o personas reales o como lo que leímos por ahí .. “desde hoy formarán parte de mi vida los que demostraron que me hicieron el bien, a los demás ha sido un gusto haberlos conocido”.

Con los cercanos nos seguiremos riendo y viviendo el día a día y con nuestros “recuerdos refugio”, pues seguirán siendo eso, refugio de nuestras emociones y sobre todo de nuestro corazón. Porque gracias a Dios, también hemos hecho limpia de esos recuerdos refugio, y solo nos hemos quedado con los que nos han echo bien.

El otro día, se me ocurrió llamar a la persona que me lo mandó el mensaje que motivo mi reflexión, y le pedí que me reenviara el mensaje, que es este …

La vida es como un viaje en autobús algunos comienzan el viaje junto a ti, otros se montan a la mitad del camino, muchos se bajan antes de que llegues al final de tu viaje y muy pocos permanecen junto a ti hasta el final Pero cada una de esas personas dejan algo en tu corazón que recordaras a lo largo de ese hermoso viaje. Baja las ventanas y disfruta del viaje, porque no sabes cuando llegaras a tu parada…Gracias por haberte montado en algún momento en el bus de mi vida…Espero que nunca te bajes…Y si te bajas, nunca te olvides de mi.”

Así que seguiremos recordando a la gente que se subió a nuestro autobús  aunque solo sean recuerdos refugio.

imagen vía Pinteres @Andrea Torres
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La amistad que dura la vida de un perro

Hace mucho tiempo que pienso, que los que vivimos con perros y conocemos a personas por ellos, nos llamamos “amigos” solo mientras el perro en cuestión que desarrolla esa amistad, vive.

Estos último años, me ha pasado varias veces. Gente que desaparece de tu vida como apareció, de repente y por un perro. Ahora también veo que otra variante, es los que dicen que son “amigos” por ser vecinos, y cuando se mudan del barrio, desaparecen también. Mejor estos, para otro día.

Hace muchos años, una señora que conozco me dijo “amigos son los que se han comido un saco de sal contigo”. Cada tanto lo recuerdo y pienso, que razón tiene.

Cuanto tiempo tiene que pasar para comer con alguien un saco de sal. Como con la amistad. Cuanto tiempo y vivencias debes pasar con alguien para llamarlo “amigo”.

Cuando se es joven, se piensa por ejemplo que los compañeros de trabajos son “amigos”, hasta que cambian de trabajo y desaparecen. Ces´t la vie.

Yo tenia un buen amigo, o eso creía, y de repente se echo novia y desapareció, pero a veces lo veía por el perro. Pero los perros viven poco, y el verano pasado murió el perro, no mi amigo, y terminó de desaparecer. Mi amigo, no el perro.

Alguna vez, me lo cruzaba en la calle porque somos vecinos, con la perrita de su novia. Pero ya no, lo que me lleva a pensar, la amistad dura lo que la vida de un perro, o si aparece un novio o novia, según el sexo. Este se lleva la palma de tópicos sobre la amistad.

El tiempo ha pasado, pero solo ha confirmado que no estaba equivocada. Este fin de semana pasado, me encontré con alguien en el parque que creo nos vemos una vez al año y porque coincidimos con los perros paseando. Cuando nos despedimos, pensé en esto, que seria la última vez, porque su perrito es mayor, y no creo que tenga más. Por lo tanto, si nuestra “supuesta amistad” que no es tal, sino solo coincidir por tener perros, es anual, el año que viene ya desaparecerá.

Esta persona me preguntaba por otros como nosotros, perrunos. Y de repente, hicimos memoria de los pocos que veíamos de vez en cuando porque seguíamos teniendo perro. Y de todos los que habían desaparecido como sus perros.

Que importante para nuestra salud mental no poner “afecto” donde no lo hay. Donde solo hay simpatía o complicidad por aficiones. Nada más.

Y eso de los amigos, parcelados, mejor para otro día.

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