He salido, llueve pero no es lluvia. Es más espesa.
La calle esta con resaca. Están vacías, pocos coches. De repente, los festejos se han terminado. Todo vuelve a la normalidad.
Quedan los recuerdos de los últimos días. En un instante te das cuenta, que lo que parecía que no iba a terminar, al final terminó.
Así se van las horas. Sin darnos cuenta.
Las cajas vacías de sueños están ya en el contenedor.
Mañana empieza otra época.
Los días ya comienzan a ser más cortos. Casi imperceptiblemente, la luz vuelve a disminuir, robándole minutos a las horas de luz.
El ciclo de la vida sigue su curso.