Las cosas pasan cuando tienen que pasar

Una cosa que al ser occidental le cuesta aceptar, es que “las cosas pasan cuando tienen que pasar“.  Pensamiento orientalista que en muchos aspectos choca con ansiedad de que las cosas sucedan cuando nosotros queremos y no en su debido tiempo.

Se que es difícil de aceptar. Mi cabeza me lo repite hasta la saciedad como recuerdo que haga lo que haga, sino es su momento, lo que quiero que pase no pasará. Me imagino porque me quiero convencer a mi misma que eso que nos quieren meter en la cabeza, que si te esfuerzas lo lograras, porque todo se puede.

Os garantizo que no es así. Te puedes esforzar lo que quieras. Evidentemente si no lo haces, ni lo intentas, tampoco lo lograrás. Pero si el entorno, el tiempo y las circunstancias no son positivas para lo que quieres hacer o lograr, dará igual lo que te esfuerces.

Ahora aparecen los que te dicen que de las derrotas se aprende, es más alguno cercano me ha regalado un cuaderno donde la tapa dice “para anotar tus derrotas”, como sino se grabarán a fuego en tu cabeza.  Cuando lo recibí, recuerdo que dije “que cabro…” por su regalo. Mucha mala leche en el regalo.

Leía en un libro que “el tiempo que maneja el universo no es el mismo que nosotros“.  Por eso las cosas sucederán cuando tengan que suceder.

¿Por qué pienso todo esto? Ni idea. Quizás porque  es una tarde de primavera, y aquí estoy junto a mi balcón, escribiendo o como se llamaba antes este blog, “divagando”, sobre la nada y el todo.

imagen vía @“Collages espaciales”. Un proyecto de lacabezaenlasnubes

 

 

 

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La multiusos

No existe en esta casa, nada tan práctico y útil que “una pinza de la ropa”. La consideramos “la multiusos”.

Las pinzas de la ropa andan por toda la casa. Me sirven para muchas cosas, a saber:

-Usar la pasta de dientes hasta el final
-Cerrar el pan de molde en la nevera o cualquier cosa que merezca cerrarse en la casa.
-Todo lo que necesite sostenerse con un clip.

Es increíble, pero encuentro pinzas o broches de la ropa por todos lados. En mi mesa de luz, en mis cajones, en el baño, etc, etc.

Como algo tan insignificante como un objeto así, que su uso se supone que es colgar la ropa para que se seque, me sirve para tantas cosas. Me resulta muy práctico.

Y aunque no lo creas, dear lector, cuando voy al super siempre veo el color nuevo que han sacado como si fuera un par de zapatos.  Las últimas han sido unas turquesas, muy  monas.

Con el tiempo el plástico se deteriora y se decoloran, lo que indica de comprar más. Suerte que son super baratas, porque también las pierdo por todos lados. Hasta para la “multiuso”, somos un poco desastre.

Pd: Che Pedrín, tu también eres adicto al uso de las pinzas de la ropa?

#día24

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Perder datos

Ahora que la tecnología va tan rápido, lo que antes era normal de hacer copias de seguridad en un disco duro, no se si es tan útil. Os cuento que me ha pasado, por si a alguien le sirve.

Yo tengo varios blogs, y dos eran de trabajo. El año pasado tuve que hacer limpia por un tema de servidor, y uno de esos dos que era el que menos usaba, lo di de baja, pensando que lo había guardado en esos discos duros que contaba.  Pues este año, se me ocurrió unirlo al primigenio, y así tener en uno los dos, y vaya sorpresa no lo tengo.

Con el afán de hacer sitio, de la cantidad de chorradas que uno guarda, de fotos que no verá nunca más, y para lo que en la era del papel era una toma, ahora necesitamos 10 para una que nunca imprimimos. Eso si, guardamos las 10, de las cuales 9 no sirve. Con la idea, ya las borraré y eso no llega, por la simple razón que nunca tenemos tiempo. Simplemente lo he borrado.

Pero no ha quedado solo en los ficheros del blog, sino que me he cargado todo el año 16 de trabajo, presupuestos, proyectos, fotos, etc. De estos, en un ordenador viejo, encontré la mitad, pero no todos. Solos los primeros 6 meses del año 2016.

(suspiro)

Lo que yo digo siempre, no es bueno tanta limpieza. Tanto hacer espacio, para que? Por suerte el medio año de trabajo me da un poco igual, pero la web en cuestión, tenía un trabajo detrás de horas y horas de maquetación, que simplemente no me apetece ni plantearme a reescribir. Y sobre todo, volver a pensar.

Así que he descartado la idea de unir las dos en una. Como dicen en italia “porca miseria”.

De todo esto se desprende la enseñanza, pequeño saltamontes…

[bctt tweet=”Dedicate a otra cosa y no a limpiar los discos duros para hacer sitio. Simplemente compra otro, y evitarás problemas.” username=”lucreziarrias”]

Por lo tanto, sigo como estaba, jodida pero contenta.

pd: Che Pedrín, creo que te voy a cambiar por el “pequeños saltamontes”.

#dia23

 

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Panel como la vida

La vida es como este panel. Imperfecta, de menos a mas, donde perdemos cosas y arreglamos otras. Donde todos somos distintos. Un poco ruinosos, por los años, los achaques de vivir, pero seguimos funcionando.
Porque os aseguro que estos timbres siguen esperando que alguien los haga sonar, avisando un encuentro que esta por suceder. Como cuando esperamos nosotros, que nuestro propio tablero de vida, sea pulsado y nos haga “sonar” para aceptar una amistad, un nuevo amor o lo que sea que avise de su llegada a nuestra existencia.
¿te gustaría que tu timbre sonara? Pues a mi si.
#pensarenelatasco #desafío30blog #reflexion #lavidaes #blog

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Cuando no te creen

Algo que me está pasando últimamente, es que en muchas cosas que digo o menciono, no se me cree.  Si tú dices que “estoy bien”, dicen que no, que no es así. Y es algo que siempre me ha sorprendido.

¿Porque la gente se empeña en buscar roña donde no la hay? Es como si necesitaran que a uno le vayan las cosas mal, o estuviera mal. Les va “su” vida en esto.

(suspiro)

En fin, por si alguien me cree, “estoy bien”, preocupada por algunas cosas como todo el mundo. Intentando ser feliz como tú, que me lees, aunque soy una convencida que la felicidad es solo momentos. Qué es fácil lograrlo? pues no, pero a todos nos pasa lo mismo. No por comentar una situación, es porque uno esté mal, o todo tiene que irme igual. No. Como buena ser racional que soy, hablo de las cosas porque necesito exteriorizarlas, pero no significa que ni me pase nada, ni me esté muriendo. 

¿Qué es preferible, callarse y guardarlas para que se enquistan en uno? pues no.

(suspiro de nuevo) y pienso… porqué tanta tirria conmigo? Por qué quieren que esté mal? quizás eso me tendría que preguntar.

ces´t la vie.

pd: Che Pedrín, tú también eres de los que quieren verme mal? no creo.

#día 20

imagen @de Celeste Giuliano. Retro futurismo.
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Dilema anual

Aun estamos en primavera, faltando un mes exacto o casi, para que empiece el verano. El invierno ha sido largo, y no se ustedes, pero yo, ansio playa, sol, arena y esas cosas. Ahora empieza el lío, o dilema anual, de pensar a donde voy, cuando, si tengo dinero o no, etc, etc.
Me gustaría que la vida me diera todo resuelto, pero no es así. Cada paso que se da, es un dilema. Una manera constante de tener nuestras cabeza resolviendo situaciones. Algunos lo tienen claro, a la primera. Otros, como yo misma, le doy más vueltas a todos, que para las vacaciones simplemente no tengo ni idea qué hacer. Son tantos los factores que influyen en la decisión, que al final, haré lo de siempre, tiraré de páginas web, reservaré alguna estancia y me iré, dentro de mis posibilidades, o no haré nada, como los últimos años. Hay tantos lugares en el mundo para ir, que la oferta es tan grande, que yo no puedo decidir a la primera. Y tú?
#pensarenelatasco #día19 #lavidaes #desafío30blog

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Saber envejecer

Una cosa que estos tiempos no aceptan es la vejez. Para mucha gente, parece ser que tener más de 40 ya es un sacrilegio. Porque no se dan cuenta que ojalá se tuviera la madurez y la visión que los años dan.

Conozco a muchos de mi quinta, que siempre dicen “ojalá a los 20 hubiera visto la vida como ahora“. Porque puede ser que uno ahora sea de “edad madura”, pero si ha llegado hasta aquí es porque ha vivido experiencias, amores, días y colores. Y os puedo asegurar, que han sido buenos y muchos. Ahora veo la vida desde la tranquilidad de saber envejecer pausadamente y sin pausa, total llega a todos.

Las arrugas incipientes y las canas, son símbolo de que estamos vivos no? Has pensado ¿de que vale criticar maliciosamente por ser mayores si total todos llegaran a eso los años? Y al mismo momento, ni antes ni sobre todo después. 365 días por año, ni uno menos ni uno más. Los mismos que viví yo para llegar aquí.

Con lo lindo que es recordar los años vividos. Y sobre todo, porque si tengo la piel ajada, tengo arrugas y canas, significa que sigo viva. Otros tantos no han tenido tanta suerte no?

Me encanta envejecer, porque significa que sigo en la brecha. 

pd: Che Pedrín, tú sigues envejeciendo también por suerte no?

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Las cartas

Una de las cosas que este mundo ha perdido para mal, según mi humilde entender, es la costumbre de escribir cartas. Siempre la comunicación entre personas por medio del intercambio epistolar ha sido fascinante. Y ha dejado para la posteridad grandes amores, por ejemplo.

Existe un montón de ejemplos de grandes amores o relaciones que nos han llegado a hoy en día, a través de su intercambio de cartas. En Internet se pueden encontrar un monto, de muchos personajes de la historia conocidos. No voy a profundizar sobre ellas, sino sobre el arte de escribir y recibir una carta.

Que alguien se tome la molestia de escribir, ir al correo y enviar una carta, es sencillamente una costumbre, que aunque se haya perdido, es increíblemente hermosa para mi. 

Las últimas cartas que yo he recibido han sido las de mis padres, y hace mucho años ya. Pero a través de mi vida he recibido algunas que aun  conservo en mi memoria. Y cuando las recuerdo, siempre me roban una sonrisa de nostalgia.

Quizás con algo de melancolía, me pregunto… ¿a quién le escribiría ahora una carta a mano?  (suspiro) No tengo ni idea.

pd: Che Pedrín, y si te escribo a ti?

 

Otras puertas

Qué amo las puertas, es de todos conocidos. Ayer usaron en Eurovisión, para promocionar Portugal, la simbología implícita que tienen las puertas de paso a otro espacio, mundo o realidad. Me ha gustado mucho, le daba  un punto de romanticismo o misterio, quizás.

Pero me he quedado pensando, “¿cuántas puertas cruzamos a diario?” Ya sean  físicas o espirituales. Reales o ficticias. Posiblemente un montón. Porque la vida nos pone a prueba a diario y nos obliga a tener que  decidir  continuamente qué camino tomar cruzando “otras puertas” a las conocidas.

Esas “otras puertas” que pueden, deparar por ejemplo, un cruce a otro mundo. Un mundo o realidad distinta a la rutina nuestra diaria, que nos haga soñar que todo puede ser posible.

No nos neguemos a cruzar esas “otras puertas”. experimentemos, sintamos, vivamos en definitiva, lo que nos plantea nuestra existencia sin límite, solo usando el sentido común y la fantasía. No desaprovechemos la posibilidad que se nos da, de cruzar esas “otras puertas”, no tengamos miedo. Y posiblemente una sonrisa llenará nuestra cara cuando la hayamos cruzado. Porque en definitiva eso significa “estar vivos”

PD: che Pedrín, las cruzas conmigo?

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Sábado de mayo toca… Eurovisión

Pues sí, hoy toca Eurovisión. Algo que siempre consideré hortera, pero que en silencio veo. Con un bol de palomitas, un gin tonic, y aquí viendo la tele.

Al final me aburre, y voy cambiando. Pero le veo. Son como esas cosas que hago siempre, como ver el desfile militar del 12 de octubre o la cabalgata de reyes. Llevo años viéndolos.

Son un clásico en esta casa. Porque? El desfile porque me gustan los uniformes. Quizás si hubiera nacido más en los noventa, hubiera sido militar. No lo se.

Y la cabalgata, porque de donde yo vengo, eso no existía y siempre me ha fascinado.

El que completa el trío de horteradas, que otros niegan que ven pero que lo hacen, es Eurovisión.

Pero bueno, uno es así, autentica como lo más normal del mundo. Y ahora os dejo porque se me enfrían las palomitas y esto ya empieza.

Pd: Che Pedrín, te apuntas?

 

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