Si te preguntan como estas? Tú que contestas? Cada vez que lo hacen conmigo reflexiono sobre ello, o casi.
Primero porque no os dais, posiblemente, cuenta que cada día se pregunta menos eso “como estas”. En el sentido de que tal te va la vida, que tal te sientes, etc. La vida moderna y sobre todo, la locura de este momento, nos ha llevado a que solo se diga “hola”. Ya sabemos que todos estamos más o menos, por un tema o por otro. Cada uno es un mundo.
Cuando alguien me pregunta eso, me quedo pensando. La respuesta al comentario es “bien”. Pero no por cumplir, sino porque es verdad.
Hace un tiempo veía en links antiguos del programa REDES, una reflexión “entre la juventud y la senectud“, donde hablan de la mediana edad. Sinceramente ha sido clarificante, porque me he sentido muy identificada. Posiblemente porque esta semana ha sido mi cumple y una ya tiene unas edades que para que contar. Os recomiendo verlo desde el link, vale la pena.
Pero una de las cosas que dije “que verdad” es que cuando uno llega a estas edades, tiene las cosas claras, y no pelea con la vida en general. La sabiduría está en su punto álgido del desarrollo del ser humano. Uno se siente bien la mayoría de los días, porque se acepta como es, con sus defectos y virtudes. Ves la vida de otra manera.
Posiblemente depende de cada uno, nunca es bueno generalizar, lo sé. Pero también depende de algo día a día. De proponérselo y trabajarlo con uno mismo. Evidentemente hay gente que no acepta envejecer, y que los años pasen. Pero también es verdad que una persona de 60 y tantos, no es vieja como hace 100 años. La vida se percibe de manera distinta, y como muchos psicólogos dicen, los 60 ahora son los 50 de antes.
Esta edad, coincide con el la plenitud del aprendizaje del hombre. Ya no tenemos tanto estrés emocional, aceptamos las cosas como bastante mejor, y como yo digo, ya no nos comemos tanto el coco con las cosas. Se suele tener cierta “crisis” y empiezan las ganas de hacer lo que verdaderamente nos gustaría. Muchos quieren dejar el trabajo y hacer otra actividad. Uno sabe, que es ahora o nunca.
Un ejemplo claro de la edad que tenemos, es la cantidad de gente que está mas preocupada por cuando te jubilas que de preguntarte como estas.
Tengo otras cosas, pero entre la plenitud que la edad te da y aceptar lo bueno y lo malo que tenemos, vivo relajada, y bien. ¿Feliz? pues no se, eso para otro post. Porque no lo voy a negar. Me río mucho más, ya no me enfado tanto aunque si me pasa con los que trabajan para mí, pero enseguida se me pasa. Pero sobre todo, voy a mi paso, tengo mucha libertad y se agradece hacer lo que a uno le plazca, como que cada día me importa nada el “qué dirán . Creo que todo esto viene de aceptarse como somos, con luces y sombras, que las tenemos todos. Y yo ya me acepté hace mucho. Ahora lo disfruto.
Alguien me dijo hace un tiempo, “con la edad que tenés, hazte la loca, y la gente no se meterá contigo. Te verán como una señora excéntrica, y listo.“ En su momento lo entendí, pero ahora lo veo claro. Quién quiere volver a tener 20? yo no. Prefiero seguir siendo la “señora de mediana edad, excéntrica que hace lo que se le viene en gana”. Sino gusta, pues ya saben, olvídenme. A esta altura me da igual.