Lo que mata es la humedad

Una de las cosas que más me gusta de Madrid, es su clima seco y si algo me tira para atrás de vivir junto al mar, es también su clima, húmedo. No me gusta la humedad. Aunque tengo que reconocer, que los días que pase en Buenos Aires, y el corte de pelo que llevo ahora, ayudaron a un mejor look por la humedad. Cosa que no me pasa aqui.

Pero en realidad no es lo único que no me gusta. Hay muchas cosas, esta es la menor.

Hace muchos años, diría más de 15 o casi, escribí una lista en un post de las cosas que me gustaban. 7 años después , la actualicé, y si la leo ahora, sigo cambiando cosas, poniendo y sacando. Y volví a actualizar en el 2021.

Pero leyendo hace unos días un artículo de psicología, decía que era bueno hacer esto, pero también escribir una lista de lo que no nos gustaba. Sobre todo, para darnos cuenta que la mayoría de las veces, tenemos la vida que queremos pero siempre o casi, no nos damos cuenta de ello.

Vamos a ver que sale. Allá voy..

No me gusta…

  • la humedad
  • la mentira, ni que me tomen por tonta sesgando la verdad.
  • La coliflor.
  • el color amarillo chillón, sobre todo en la ropa. Lo odio.
  • la gente que no da la cara y la que no es sincera
  • los gritos.
  • muchas veces lo que hago, pero lo asumo.
  • la falta de dialogo, cuando la gente se cierra en banda y no te enteras que paso.
  • la suciedad de Madrid.
  • la obligación social, de ser siempre “políticamente correcto”.
  • los chismes y chismorrear.
  • las frutillas o fresas, en helado, en postres y en productos industriales. Al natural sí.
  • las patatas fritas de los pedidos de comida a domicilio, siempre llegan frías, grasientas e incomibles.
  • la gente que no sonríe y es amable con los demás. Los que no dicen “gracias” nunca.
  • zombis, y toda la parafernalia. Las pelis de miedo. Yo no veo Walking dead.
  • el maquillaje. Algo sí, pero lo justo y de vez en cuando.
  • los bancos, políticos y demás jungla urbana de este siglo XXI, que sustenta y dice una cosa para que les voten y luego hacen lo contrario.
  • Los corruptos y que siempre dicen, yo no fui. En realidad la gente que no se hace cargo de sus actos.
  • Mucha poesía actual, que con lo que me gusta el género, no hay quien la lea ni la entienda.
  • tener que salir por obligación.
  • La falta de lealtad y reconocimiento de unos con otros.
  • el silencio impuesto, no deseado.
  • La devoción de algunos por la imagen, vacía de contenido.
  • la devoción de otros, por gente que ni siquiera han crecido, vivido, o aportado a los demás. Va, el cholulismo.
  • Los gatos. No me molestan pero no para tener uno en casa.
  • La violencia en todas sus formas, y las armas.
  • La intolerancia por el que es distinto, piensa distinto o tiene otra religión.
  • Las tabletas. Sinceramente, no sirven para nada. Entre el teléfono y el ordenador, este punto intermedio, salvo para ver pelis en la cama y listo. Menudo gasto.
  • La gente que aparece solo cuando necesitan algo y los que desaparecen sin decir porque.
  • La coca cola en todas sus formas. Aunque la Zero es una solución sino hay otra cosa que tomar…

ya está bien con lo que no me gusta no?

Posiblemente porque como muchas veces digo últimamente, tengo la vida que quiero tener. Que puede ser mejor? por supuesto, todo se puede mejorar, pero en realidad yo he asumido estos últimos años muchas cosas y he dejado por el camino a otras muchas. Llegado a este punto, que me ha costado y mucho. Se podría decir que tengo la vida que quería tener.

Vivo tranquila, relajada, solo preocupada por cosas nimiedades de la vida moderna , cosas que no terminan de cuajar pero son externas, que la mayoría de las veces no dependen de mi. He largado tanto lastre, que ni yo me lo creo.

Se que he cerrado una etapa de vida e iniciado otra estos últimos meses. Y lo tengo super claro.

Aunque aun espero ese deseo que siempre pido, que dice “solo espero que algo me sorprenda, gratamente, que diga – jope, que fantástico. “ Algo que no espere y llegue. Porque sinceramente ya no espero nada y sobre todo no pido nada.

Eso es lo único que hecho en falta en mi vida, quizás.  Lo demás, me pueden gustar las cosas, situaciones, gente, más o menos, pero como se dice hoy en día,  “es lo que hay”. Como aceptación de la realidad.

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Las cosas pasan cuando tienen que pasar

Una cosa que al ser occidental le cuesta aceptar, es que “las cosas pasan cuando tienen que pasar“.  Pensamiento orientalista que en muchos aspectos choca con ansiedad de que las cosas sucedan cuando nosotros queremos y no en su debido tiempo.

Se que es difícil de aceptar. Mi cabeza me lo repite hasta la saciedad como recuerdo que haga lo que haga, sino es su momento, lo que quiero que pase no pasará. Me imagino porque me quiero convencer a mi misma que eso que nos quieren meter en la cabeza, que si te esfuerzas lo lograras, porque todo se puede.

Os garantizo que no es así. Te puedes esforzar lo que quieras. Evidentemente si no lo haces, ni lo intentas, tampoco lo lograrás. Pero si el entorno, el tiempo y las circunstancias no son positivas para lo que quieres hacer o lograr, dará igual lo que te esfuerces.

Ahora aparecen los que te dicen que de las derrotas se aprende, es más alguno cercano me ha regalado un cuaderno donde la tapa dice “para anotar tus derrotas”, como sino se grabarán a fuego en tu cabeza.  Cuando lo recibí, recuerdo que dije “que cabro…” por su regalo. Mucha mala leche en el regalo.

Leía en un libro que “el tiempo que maneja el universo no es el mismo que nosotros“.  Por eso las cosas sucederán cuando tengan que suceder.

¿Por qué pienso todo esto? Ni idea. Quizás porque  es una tarde de primavera, y aquí estoy junto a mi balcón, escribiendo o como se llamaba antes este blog, “divagando”, sobre la nada y el todo.

imagen vía @“Collages espaciales”. Un proyecto de lacabezaenlasnubes

 

 

 

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Perder espontaneidad

Con los años, ya me había dado cuenta, que uno va perdiendo esa espontaneidad que lo caracterizaba. Posiblemente porque no quiere ya meter más la pata o simplemente se ha retraído, porque no se ha reconocido esa forma de actuar.

Qué es ser espontáneo? el diccionario dice:

1-Que es natural y sincero en el comportamiento o en el modo de pensar.
2- Se aplica a la persona que se comporta o habla dejándose llevar por sus impulsos naturales y sin reprimirse por consideraciones dictadas por la  razón.
3   Planta que surge sin cultivo ni cuidado del ser humano.

Como no soy una planta que crezca, la número tres la anulo, pero las otras dos, me definen muy bien. La primera me gusta más que la segunda, porque esta es como decir que uno a veces actúa sin pensar o razonar. Pero bueno, algo de razón también tiene.

El porque la he perdido?, interesante para reflexionar sobre ello. El tiempo, la edad, la realidad, la gente que simplemente te ha hecho invisible, el cansancio de hacer siempre cosas y ver que da igual que las hagas o no, etc, etc.

Son muchas, no vale la pena seguir preguntándose porque uno dejó de ser espontáneo. Lo único cierto es que ya no soy espontánea en pillar el teléfono para ver como esta una persona, cuando ves que siempre eres tú el que llama.

O cuando ya no compras ese libro que sabes que le gustará a xx porque total para qué, si ni te lo va a agradecer porque ni siquiera te dio las gracias cuando tu le diste la en hora buena por algo importante que estaba pasando en su vida.

O cuando ya no tienes ideas de compartir una salida o un cine, porque siempre eres el que inicia la jugada. Luego te enteras que fueron y no te avisaron.

O porque has sugerido un montón de cosas por hacer, y la respuesta siempre es el silencio o las excusas.

O cuando das un pésame y ni siquiera te dicen, gracias.

O cuando de tan espontánea que eres, sin pensar, largas algo que al vecino le molesta o que no quería que dijeras, y te retira el saludo.

Pareciera que siempre estas buscando las gracias, pero no es así. La vida es un feedback entre la gente. No vivimos en una burbuja o en una isla, solos. Pero lamentablemente…las mismas condiciones de vida, hace que pierdas espontaneidad, ya no eres la misma persona. Te retraes, empiezas a pensar solo en ti, y por momentos te sientes egoísta, pero no es así. No es que lo seas, sino como dicen los budistas “estamos solos“.

Te cuidas tanto de no decir esto para no ofender, de no decir aquello para que no se cabreen, de no plantear una cosa o comprar un regalo pensando en alguien porque si, para que no te malinterpreten, que terminas encorsetado con lo políticamente correcto. 

Yo quiero seguir siendo la de siempre, decir lo que pienso, que no me sienta culpable por comprar una cosa sin motivo porque me acorde de alguien para que no piense mal, que pueda seguir siendo sincera y franca en mi manera de hablar, y que el interlocutor no se sienta agobiado de tanta franqueza.

En fin, esto solo es una reflexión a mi misma de porque he perdido espontaneidad, ya no soy la Lu de hace 10 años. Yo no he cambiado, me han forzado a cambiar para encajar, sino .. va vía.

Lo que no se, es como reaccionaría si se me plantea la posibilidad de bailar bajo la lluvia. ya veremos…

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No asumir la culpa

La palabra “culpa” no me gusta. Porque vivimos en una sociedad que durante décadas se ha dedicado a que sintamos “culpa” por todos.  De lo que solo tenemos culpa, es de nuestros errores o equivocaciones, porque somos seres conscientes, que hemos metido la pata con algo, por eso tenemos “culpa” sobre eso.

Lamentablemente, existen otros muchos grupos que nunca “reconocen su culpa” en una situación . Y para que se me entienda, me refiero a los círculos de poder o de la política. No de una persona específica, sino de un grupo que su “soberbia como grupo” es tal, que para sus ojos “ellos nunca hacen las cosas mal”, la culpa es de los otros.

No reconocer públicamente que se han equivocado, se puede aceptar una vez. Pero sistemáticamente, no.”

Eso es lo que está pasando en España siglo XXI. No hablaré de nadie en especial, pero los círculos de poder o política, han metido y lo están haciendo continuamente, la pata, y parece que la cosa no va con ellos.

Para el ciudadanos de calle, es bastante frustrante. Y sobre todo, denota una falta de empatía total de los dirigentes o círculos de poder, con la gente del día a día.

En alguna película escuche la frase “en la cárcel nadie es culpable“, y siempre me he preguntado “y porque están ahí?”.

Si el que conlleva la autoridad, control y administración de un país o sociedad, no se hace responsable de sus “errores”, que se puede esperar que haga la gente  que vive bajo esa “autoridad”. 

Poco pueden hacer, salvo recordarlo cuando vayan a ejercer su derecho al voto. 

Consejo de abuela “para ser honesto, no solo hay que serlo sino parecerlo” y en un cargo público aún más.

PD: Y en Argentina??? lo mismo o peor.

imagen@Ramblas, Barcelona 1975 by Colita
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Aun no se que contestar a mi propia pregunta

Aún no se que contestar de mi pregunta de las 3 cosas que hacen qué vivir valga la pena.
A mi me pasa como a otros, que como no tengo hijos, ni pareja, no se que decir, aunque algunos lo tiene más claro.

En ningún momento pensé que las respuestas serían distintas a las que han sido. Soy una convencida que el “amor” nos mueve.
Ya sea el amor a los hijos, a una pareja o una familia.

Pero y cuando no las tienes como yo? Qué es lo que me mueve?
Esto es algo que de vez en cuando pienso, y nunca lo tengo claro. Por eso, creo que es tan fácil tener la moral baja.

Tampoco creo que lo que haga que valga la pena vivir, seamos solo nosotros como me dicen otros. Tiene que haber otra cosa.

Quizás esa búsqueda de algo que justifique el esfuerzo por seguir, el esfuerzo por levantarse todos los días, por no perder la sonrisa, por pensar que el mañana será mejor que hoy seguro, es lo que me mueve. Y no es un comentario, ni depre ni nada ein, aunque lo parezca.

Es algo que pienso bastante. ¿El porqué?

Porque me tengo que matar trabajando 10 hs por día todos los días.
Porque me esfuerzo por tener una casa, si me daría lo mismo vivir de alquiler.
Porque nunca tengo tiempo, o mejor dicho, me hago tiempo para perderme por el mundo porque el trabajo me absorbe.

Tema peliagudo este.

En realidad, creo que la pregunta no seria en mi caso, “qué cosas hacen que valga la pena vivir”, porque yo amo la vida, y las disfruto al máximo siempre o casi dentro de lo que mis medios me dejan, sino…

“que cosas hacen que se justifique que te sigas esforzando tanto por mantener la vida que tienes”.

Será la edad o soy la única que tiene esta inquietud?

 

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Síndrome del papel en blanco

Algo que tienen muchas personas que se dedican a una actividad creativa, es pasar del “síndrome del papel en blanco“. Superar ese momento, de no saber que hacer es todo un tema, que otros muchos dicen que se soluciona con trabajo y más trabajo.

Leía el otro día una entrevista de un diseñador, que al día de hoy tenia ya más de 300 cuadernos de trabajos diarios, solo así para soltar la mano. Porque la creatividad no viene sola, viene con mucho trabajo diario, nos guste o no.

Es así. Porqué esta reflexión? porque hoy tengo el “síndrome” yo misma. Estoy en blanco. Aunque me doy cuenta que estar en blanco, no solo es no tener ideas, sino en tener muchas pero no saber como plasmarla o tener cosilla por hacerlo. Siempre tengo cosas que decir, que escribir o que hacer, pero últimamente no es así.

Cuadernos tengo muchos donde solamente “divagar” dibujando o haciendo cualquier cosa, pero tampoco lo hago. Posiblemente porque como hace mucho digo por aquí, me falta constancia, dedicación o trabajo, mucho pero que mucho trabajo.

Lo que pasa es que mi vida esta igual. En blanco, porque solo tengo trabajo que cumplir.

Lo que tengo es “síndrome de la redundancia”, es como estar en un bucle que “mis quejas” sobre este tema se repite una y otra vez. A veces, o mejor dicho, casi todos los días, pienso .. “hoy será distinto”, “hoy lo podré hacer”. Pero nada, otro día muerto, y van… Ya ni lo recuerdo.

Porque el síndrome del papel en blanco, tiene eso, que te deja bloqueado y como no tienes “constancia” o trabajo diario, te quedas ahí. No cruzas la línea que te ocasiona el síndrome.

Creo que mucho tiene que ver el hecho de no creer en uno mismo, que puede. Yo he logrado muchas cosas en mi vida, he ido contra corriente en muchos aspectos, y aquí estoy. Lo tengo claro. Pero con los años, esto convencida que he perdido la capacidad de creer en mí misma. Eso consiste este síndrome para mi. En recuperar la fe perdida. 

Pensar que hace muchos años “salté a la piscina sin agua” muchas veces y lo logre. Ahora no tengo ganas o es miedo de hacerlo? Eso que dicen los sajones, “salir de la zona de confort”, eso es lo que necesito. O un buen viaje, eso también daría sazón a la vida.

A ti que te parece??? te pasa lo mismo??? cuéntame en un comentario…

imagen @by Friedrich Seiderstϋcker

 

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El mundo está estupidizado

No soy socióloga, ni psicóloga, solo soy una observadora de la vida, que cuestiono muchas cosas. No soy de esos que aceptan todo lo que le dicen. Tengo opinión propia, buena o mala, es mía solita. Soy una mujer “de carácter“, dirán algunos, yo que sé quién soy, de donde vengo y hacia dónde voy, y no me gusta que me indiquen lo que tengo que pensar, si me equivoco lo hago yo..

Nunca me ha gustado ser tópica. Puede que por eso, siga sola. Pero cambiando de tema, una de las cosas que hace mucho me pregunto es “qué le pasa a la gente que está tan estúpida?

Es tan alucinante para mi manera de ver el mundo, lo que pasa, que me descoloca. En ese afán de entender, leo en un artículo una frase que dice “la estupidez no es más que el cultivo deliberado de la ignorancia.”

Que verdad. Cuanto más ignorante es la gente, más estúpida. Y esto se entiende en el votante que encumbró de Trump a la presidencia de EEUU. “hombre blanco sin estudios”. De otra manera no se puede entender, como con dos dedos de frente se haya dado el resultado que se dio.

Muchos estudiosos dicen que la educación nos hará libres. Pero si los gobiernos no gastan en educación, eso nunca sucederá. Ahora me cuestiono, si es preferible tener “idiotas ignorantes” que se convierten en “idiotas manipulables” para los intereses de los que no tiene escrúpulos y mueven los hilos del mundo.

Yo no voy a opinar sobre la reelección de Trump, porque no voto en EEUU, pero sinceramente no creo que esté en sus cabales o es muy inteligente. Ya tiene el mundo mucho machista, xenófobo, intolerante, etc, etc, para que uno sea el jefe del mundo libre, como lo llaman al presidente de ese país. Yo que lo he sufrido en mi contexto laboral,  lo se.

Que puede pasar?, ni idea. El tiempo lo dirá. Pero ahora mismo la “estupidez” es lo que está pasando. La “estupidez” es haber encumbrado a un hombre como ese al poder del mundo. Cómo decir votar sí al Brexis, o al no a la Paz en Colombia, o negar el cambio climático, etc, etc.

El mundo está “estupidizado” y no lo podemos parar, va en barrena al abismo, si ya no estamos en él.

Sencillamente …. “El mundo se ha pasado al lado oscuro”

 

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La guerra en tick tock

Hoy leyendo la prensa online, he visto algo que me ha dejado en shock. Parece que ahora desde el frente de la guerra de Ucrania, hacen vídeos y los cuelgan tick tock.

En el periódico había un vídeo con varios ejemplos. Como no sigo, ni tengo tick tock, lo vi y se me helo la sangre. Muchas cosas he visto en  este tiempo de locos que vivimos pero llegue a decir en voz alta “joder, menuda mierda”.

La frivolización de la violencia y el horror de una guerra tomado como vídeos de risas, me horrorizo como decía pero sobre todo me cabreo. Hasta donde vamos a llegar sin tomarnos las cosas en serio. Buena pregunta.

Se que es bueno tomarse a risa las cosas pero todo tiene un límite, y esta sociedad lo está perdiendo cada vez más a pasos agigantados.

Ponerle música a un lanza misiles cuando dispara como si fuera una batalla de pinball, no hace gracia. No sé a ti, pero a mi no. Sabiendo que esos misiles van directo a hacer daño en el mejor de los casos, o a matar gente. Y no son películas con actores, son gente que mata o puede morir. Es una guerra en serio.

Donde quedaron los gatitos haciendo monerías? Necesitamos ver muerte en directo para ser divertidos? O para divertir nuestras vidas aburridas?

Cuando comenzaron a mostrarse la guerra en directo en los telediarios cuando empezó la guerra de Irak, que es lo que más cerca recuerdo, se veían bombardeos en la noche en las ciudades. Terribles, pero realistas. Te hacían sentir congoja y dolor. Lo que ocasiona una guerra desde lejos.

Pero estos videos no me han parecido nada graciosos. Quizás es una manera de desdramatizar el horror que están viviendo en el frente, pero no lo entiendo. Sencillamente no lo entiendo.

Hasta donde vamos a llegar con lo que mostramos? No tengo ni idea. Lo próximo será un asesinato en directo o algo así. Ya a la gente creo que les da lo mismo.

Y en el artículo dicen… “esta red social hace la realidad más atractiva”. Como si uno no supiera la realidad que están viviendo, como si no la sintiera.

En fin, os dejo el link del artículo y que cada uno saque sus conclusiones…. Que para eso aún tenemos libertad de opinión, aunque en poco puede que también desaparezca, … digo la libertad

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La ansiedad, esa presencia no invitada a la fiesta de la vida

Muchas cosas han quedado en esta época de “post-pandemia”.  Una que parece que es bastante general es “la ansiedad” aunque nunca fue invitada a la fiesta. Porque nuestra vida en este momento es una verdadera “fiesta” de emociones y divergencias, líos y conflictos, etc, etc.

Y claro, en una “fiesta” siempre aparece alguien que no fue invitado, sino no seria una verdadera “fiesta”. En este caso es “la ansiedad”.

A veces es una presencia desapercibida, pero si las cosas de la “fiesta” se complican, aparece y te aprisiona el espacio entre tu esternón y el pecho. En mi caso es así, me imagino que cada uno la sentirá a su  manera.

Pues mi “fiesta” actual esta convulsa, no por nada en especial, sino por todo. Así que la no invitada aparece casi a diario. Lo bueno de todo esto, es que ya aprendí a reconocerla y pongo los medios para que no avance más. 

(suspiro)

Aunque me cuesta, vaya sino. El principal problema que se me presenta es que todo al rededor me abruma, me supera, hasta las pequeñas cosas. Me inmoviliza su presencia.  Así que he encontrado la manera de que no destaque. No solo aprender a respirar para que desaparezca, como decía una médica el año pasado, que hiciera yoga como solución al destrozo que hacia en mi vida la bendita ansiedad. Hago las cosas paso a paso, o lo intento.

Lo bueno de “la no invitada a la fiesta de la vida, de la que estamos hablando, no me ha dado tan fuerte como para provocarme lo que a otros, un ataque. Hoy casualmente en El País, habla que el 30% de la población sufre ataques de ella. Pongo el link aqui para que lo lean, es interesante saber como es y lo que pasa.

Ahora tengo que cumplir con un plazo de trabajo importante, así que como se que me acecha, pillo papel y lápiz, hago listas interminables de lo que tengo que solucionar o tratar, y paso a paso, punto a punto, aunque entre ellos pare y respire voy cumpliéndolos u organizándolos.

Aunque la siento en mi nuca minuto a minuto. Acechando a atacar. Menuda mierda.

Lo que me consuela es que cuando termine con este trabajo, y cumpla, que el problema que me agobia es ese, cumplir, tendré el fin de año libre y le daré vacaciones a la jodida “ansiedad” de mi vida por unas semanas.

Hasta que la “fiesta” vuelva a torcerse y ella, la no invitada, vuelva a hacer acto de presencia. Porque si algo le gusta, es pavonearse como la más bella de la “fiesta” aunque no haya sido invitada.

 

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Es lo que hay o hay lo que es

La frase que esta incorporada a nuestra vida actual, “es lo que hay”, nos ha llevado a ser una sociedad conformista y que aceptamos las cosas, bajando la cabeza resignados. Somos una sociedad que ha aceptado la crisis y las ambiciones han quedado en el vacío. En el fondo, no arreglamos nada de lo que esta pasando.

Las cosas pasan, por mala praxis, y nadie tiene la culpa, nadie renuncia, nadie se hace cargo. Entonces, que nos podemos exigir a nosotros mismos en cambiar las cosas? Nada, pero nos sentimos mal igual.

Esta frase “es lo que hay” a mi madre, que era una señora muy señorona por ejemplo, no le gustaba y cada vez que la escuchaba, se enfadaba. Y tenia razón.

Una cosa es aceptar la realidad, sin vivir entre sueños y otra muy distinta es resignarse a todo lo que hay. Porque esas cuatro palabras, son lapidarias.

Con lo que esta pasando, y los medios de comunicación apostando por la negativo y no por lo bueno, superar esa resignación es bastante complicado.

A mi me cuesta, como pienso a ustedes también. Me he propuesto hace mucho intentar ver lo bueno de las cosas, y superar lo malo, que todo lo tiene, pero hay gente cercana que con solo escucharles decir “hola” ya sabes que escucharas un rosario de negatividades y problemas.

Todos tenemos problemas que enfrentar el día a día, pero no por eso tenemos que andar desparramandolos a todo ser que nos topamos en las actividades diarias.

Pero lo peor que llevo de todo esto, es la desesperanza que he encontrado últimamente en mucha gente, pero sin reales motivos. Me explico.

Personas que están sanas, que no han perdido su casa, que no están boyantes pero pagan aun sus facturas, que no tiene problemas serios aparentemente. Porque quiero pensar que si están tan negativos ante todo y lo único que pretenden es su “depre” contagiarla al prójimo, algo serio tienen. No creo que si no lo tuvieran estarían así, porque sinceramente entonces no lo entiendo.

Todos aplicamos fórmulas distintas ante la vida, pero no nos debemos dejar abatir. Y no digo que algún día uno no tenga un bajón, es normal y se necesita,  no siempre se puede estar “a tope”. Pero hacer de la desesperanza el leitmotiv, no puedo con ello.

El uso de esa frase “es lo que hay” nos ha llevado a eso. A resignarnos de todo, y me niego.

Puedo tener épocas malas pero  seguiré para adelante, como pueda, sino significara que me he dejado morir despacito. Y no será así.

Los males del mundo no son mi culpa, y no me resignare a pensar que las cosas pasan porque tienen que pasar (las casualidades no existen eso si que es verdad y lo tengo comprobado). Las cosas pasan o porque yo las generé o porque yo metí la pata. Nada más.

No “es lo que hay” sino “hay lo que es”. Esa es la simple verdad de nuestra existencia.

 

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