Culos gordos

Esto es una expresión algo soez, que yo asocio con “vagancia, pereza o perder el tiempo“. Básicamente cuando yo digo “estoy culo gordo“, no es solo que mi pompis sea considerable, sino que me digo a mi misma ” que me pesa tanto que no hago nada“.

Pues señoras y señores, como es políticamente correcto ahora, “estoy culo gordo“. No se si es el calor, el momento problemático en que estoy inmersa, o lo que sea, pues estoy así. Es bastante complicado y requiere mucha pero que mucha energía, poner el culo en movimiento. Ya sea, ir al gimnasio, salir a caminar o simplemente trabajar en algo específico Y hoy por hoy, no se si tengo ganas, energía o lo que haya que tener, para ponerlo en movimiento. 

Así que, para continuar con la soez de esta entrada, “me pesa tanto que me quedo donde y como estoy” o no?

Pregunta del millón. Y tu? cómo está tu culete hoy? pesado o activo?

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Algo parecido a ser feliz?

Ya he contado hace algunos post, que me he independizado de la verdulera. Que preferí sentir vértigo y no miedo. Pues ahí seguimos. Desde que he vuelto de mi breve paraíso personal que fue mi viaje por las islas griegas, no he parado.

Trabajo el doble de horas, no paro de generar cosas, como campañas de publicidad que en cuatro días y con 40 euros, vieron mi aviso más de 900.000 personas, pero esto para otro post. Poner en orden mis papeles y agenda telefónica para contactos futuros, etc. Va que no paro. Como dicen los gurús de la buena suerte. “Para tener buena suerte hay que generar oportunidades”. Estoy creando oportunidades, o en proceso de crear oportunidades.

Pero saben siento algo que otros dicen que es felicidad.

Empleo el horario como se me da la gana. Como ayer, que por la mañana estaba como muy perra y nada salía, así que me puse a pelotudear con el twitter o bajarme cosas para la blackberry. Perdí toda la mañana, pero me puse las pilas a la tarde y no pare hasta medianoche e hice todo lo planificado del día.

Ese punto de libertad, es lo que yo llamo felicidad.

Tengo agobio, estoy preocupada, pero no tengo jefes, tengo iguales que colaboran conmigo y viceversa. Soy feliz. Al fin tengo la vida que siempre he querido.
Hace 7 años, lo intenté también, pero no era el momento. Y volví a buscar la seguridad que te da algo fijo. Que en mi caso fue caer con la verdulera, y así he estado 5 años. Ahora no sé si es el mejor momento exterior, pero si es mi momento interior. Ahora sí. Lo tengo clarísimo.

Dicen mis amigos, que eso se me nota en la cara. Y no sé yo. Yo me veo ojeras de cansada pero según ellos, tengo una expresión relajada que antes no tenía. Eso sí, todo lo hago en metro y caminando, eso si me lo agradecerá mi salud. Hoy moví el coche, por moverlo pues hace más de 10 días que ni lo agarraba.

Pueden que tengan razón, porque aunque estoy de los nervios, intento tomarme las cosas pausadamente, y si me apetece hacer lo que se me dé la gana, pues eso hago, sin tener que rendir cuentas a ningún gili que esté detrás del escritorio.
Para mí, eso es algo parecido a ser feliz.

Deseo que con los días, eso se convierta en verdadera felicidad, cerrando más temas pendientes. Lo tengo claro, será así.

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¿Yo quiero trabajar y tú? – Parte II

Ya serenado el cabreo de las circunstancias de ayer, he dado paso a la reflexión. Esta de hoy no será del gusto de todos y posiblemente nada políticamente correcta. Va que si fuera político, después de lo que diga hoy no creo que me vote nadie. Ahí voy.

El mal de esta sociedad Europea ha sido el estado del bienestar que ha tenido tanto tiempo. Ha generado gente que vive del “papá Estado” creando “vagos potenciales”.

Me explico.

La semana pasada he visto un reportaje sobre empresas españolas, de I+D que por la fundación Banesto y el ministerio de no sé que, han ido a Silicón Valley a presentar sus proyectos. Ya se sabe que en España hay muy buenas ideas y desarrollos sobre estos temas pero no hay financiación para llevarla a cabo. Y no tiene nada que ver con la crisis, es una cuestión de cómo funciona este país. Como lo que es un reino, donde está lleno de mil euristas que prefieren irse al paro y cobrar de “papa estado” en vez de tirarse a la piscina. Por suerte no todos.

Lo que contaba, entre los que ya se han tirado a la piscina, una empresa que lleva más de un año implantada en USA y luchando por salir adelante. Lo que decía el dueño, es que alucinaba con ver a los americanos que contrataban cuando les decía que tenían derecho a 22 días laborables de vacaciones al año y seguro médico.
Pues sí. Para el que aun no se haya querido dar cuenta, en América, y no me refiero solo a USA sino a todo el continente, las vacaciones son 15 días al año con suerte, algunos ni eso, y seguridad social o seguros médicos en algunos países. La gente vive igual. Rie, llora, nace, se casa y todo igual. No es el fin del mundo, a todo nos acostumbramos y amoldamos.

Europa y su lucha social, ha implantado un sistema que es fantástico, en España por ej, un mes al año de vacaciones, derecho a paro y SS. En Alemania por ej, las vacaciones ascienden a 45 días laborables, no se cuantas semanas son entre días festivos, creo que se van a dos meses, por eso siempre que te vas de viaje, encontrás alemanes de vacaciones. No lo has notado? Con jornadas laborales de 8 horas, etc, etc. Ya todo el mundo sabe a lo que me refiero con beneficios sociales obtenidos.

Pero paralelamente se ha creado, generación a generación, lo que yo llamo “vagos potenciales”. Más de 1/3 de la población es funcionarios o sueña con serlo para “asegurarse su futuro”. ¿Qué significa asegurarse su futuro? Cuantas veces he escuchado esto. Gente que cumple horarios a rajatabla, gente que se toma su tiempo para el desayuno a media mañana, etc.

¿Tenemos derecho a exigir tanto si recibimos ya mucho? ¿Qué pasa con los otros habitantes de este planeta que tienen tan poco? Lo único que hacemos es exigir cada vez más, y más, y más, total si me dan. Y si no pataleo y me voy a la huelga.

Yo en 20 años he trabajado siempre sin contrato, solo de palabra y entre caballeros. Porque sé como trabajo y lo que aporto. Se lo que puedo exigir y lo que no. Me ubico. Pero cada día que pasa, veo a gente que exige sin aportar nada, solo por pedir, por exigir. Sin responsabilidad ante nada de sus actos. Si no hay que ver cuando hay una elección, y los que han perdido ni se van como sería ético de su parte por haber perdido, sino que dicen que han mejorado resultado como si fuera un triunfo. SI no que se lo pregunten a Rajoy, no una sino dos veces. O como jefe de los empresarios que ha fundido dos empresas dejando a la gente en la calle y está a punto de fundir otra, y ni pensar en renunciar como debería hacer por ética hacia los que representan y que si son buenos empresarios. O como el fontanero que contraté y que está en el paro, que como estaba cobrando el paro y no quería perderlo, me preguntó si podía facturar otro en su nombre. Y ni con esa, hizo el trabajo.

La ética, la moral, la responsabilidad, el trabajo bien hecho, la palabra dada y sobre todo el compromiso hacia lo que hacemos, se está perdiendo. O ya se perdió? Y ahora una huelga porque nos recortan derechos sociales obtenido, cuando “papá estado” me garantiza mi sueldo de por vida y yo no pego un palo al agua o casi? Venga ya, este mundo necesita un sacudón.

Lo peor de todo, que si hay gente que lo está pasando mal, que casi no se queja y que nadie parece querer ayudar. Los pocos que lo hacen, están desbordados.

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¿Yo quiero trabajar y tu?

Que hay paro en España todo el mundo lo sabe. Es más no sé que es más preocupante, si no tener trabajo y el consabido estrés que te produce, o tenerlo y tener miedo a que te echen. Este fin de semana leí algo sobre el tema, de la cantidad de gente que tiene miedo de perder su trabajo.

Pues hace unas semanas, tuve que buscar fontaneros y electricistas para una obra y recurrí al aviso en Segunda Mano buscando autónomos. Se me presentó de todo tipo de gente, desde gente que buscaba trabajo pero contratado, autónomos que estaban en el paro y querían trabajar nuevamente, pequeñas empresas que no consiguen trabajo ni a la una, etc. Solo decir que ya han pasado dos semanas y aun me siguen llamando.
De la primera tanda elegí 10 y 10, más o menos y tuve charlas telefónicas con ellos. Lo típico. 50% de contáme que has hecho y otro 50% de intuición.
Para lo que buscaba elegí unos para lo grande, y otros para lo que yo llamo plan B para chapucillas y ver cómo funcionaba y quien dice si después podían hacer algo más serio.

Con los electricistas, una empresa pequeña, que se habían quedado colgados dos veces con impagos y empezaban de nuevo. Me parecieron muy serios, desde el primer momento, cuando hablamos de presupuestos, de adicionales, de planos, de condiciones de pago, se pusieron a trabajar.

El fontanero, un autónomo que trabajaba para el mismo promotor, y que de repente en enero se fue al paro. Con este si bien me pareció serio, me la jugué porque pensé, “hay que echar una mano a la gente”.

Pues con los dos he tenido problemas que al día de hoy, luego de dos semanas de energía gastada, arreglando temas de obra, negociando adicionales, con ellos y con el cliente, cuando todo estaba para tirar para adelante, unos se plantaron y no siguen, el otro ni apareció ni contesta el teléfono.

Los electricistas, se han encontrado con un conocido que parece ser que hace unos años trabajo para nuestra empresa, yo ni me acuerdo, y que tuvieron un lio en una obra y que no cobraron todo lo que tenían que cobrar. A ellos lo entiendo y como les dije, tenían dos opciones con el mismo porcentaje 50% cada una. Una creer a esa persona sin analizar lo que paso, o creerme a mí que tengo todo firmado y atado. Creyeron al primero y abandonaron la obra con el consabido mal rollo para mí, más retrasos.
Por un lado lo entiendo y si no están seguros, vale. Aunque sea en estas dos semanas habían hecho mucho trabajo que por supuesto me han dicho que me regalan y yo se los voy a pagar.

Pero al que le tire un cable para que saliera del paro, no solo no ha aparecido, sino que me ha estado dando largas. El viernes hable con él, quede hoy a las 9 y le dije que si no empezaba tendría que contratar a otro. No solo me dejo esperándolo 1 hora, sino que nunca más me contestó el teléfono.

Al final he tenido que tirar de los del plan B. Con los electricistas, creo que no tendré problemas, mañana siguen. Ya no me fio. Pero con los fontaneros, a ver qué me dicen. Quieren trabajar pero no saben. Yo flipo. Independientemente esta historia que demuestra la falta de profesionalidad que tiene España y sobre todo la construcción últimamente, y que solo me afecta a mí, la conclusión es:

Que cada día entiendo más a los empresarios, de porque a veces son como son. No podes tener contemplación, ni sentimentalismos, o pena por la gente. Ya que pagas tenés que exigir. A veces cometo el error de poner sentimientos en las cosas de trabajo, no se puede. En un mes que he vuelto a las obras, me he peleado con unos que pretendían cobrar trabajos que aun no estaban terminados y se ofendían porque les hacia cambiar la factura. Les he colgado el teléfono y mandado a tomar por culo a otros que insultaban y luego de un primer aviso, corte. Al que he intentado ayudar tirándole un cable, me ha salido rana. A los que he contratado me han abandonado el trabajo por miedo.

Cuanto más ayudas, colaboraciones, contemplaciones tenés, mas te joden. Hay que ser un hijo de puta con todos, por eso tienen lo que tienen.
AL final de repente me doy cuenta porque había abandonado este campo de trabajo, cambiando de área. Porque es una mierda lo que se cuece en la construcción. No sé si otros trabajos serán igual, llevo muchos años en esto, pero ahora recuerdo porque lo odiaba.

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Solo una mañana para que alguien se te venga abajo

Esta semana he heredado el trabajo de la persona que llevaba las obras, según ella solo para terminarlo porque faltaban solo 4 cosas, pues en mi empresa ha tirado la toalla con ella y la han fletado. No me venía mal, porque yo ya llevaba casi un mes con poca cosa, y pensé que a la que iban a fletar era a mí.

Pero no eran 4 cosas, eran 40. Ahora comprendo porque todo el mundo se quejaba de ella. Sinceramente y viendo como estaba todo, no tengo ni idea en que ocupaba el tiempo. Por estar más horas en el trabajo no significa que trabajes más.

Menudo marronazo me ha caído. No voy a contar detalles porque seguro aburro, pero por ej, en una reforma que se tendría que haber terminado hacer tres semanas, era tal la mugre que saque de escombros, que llené un contenedor de otra obra. Y estoy hablando de una reforma de un piso de 80 mts. No de un súper mega chalet.

Esta semana ha sido tan intensa, que el estrés me ha vuelto. No he cumplido con mi propio trabajo, ni con mis clases, solo apagando fuegos de su trabajo. Es increíble. Una de las cosas que todo el mundo decía, era que pasaba de todo, y no te contestaba el teléfono ni las llamadas. Yo, al contrario viendola trabajar, pensaba que no podía ser, pero si, es verdad. He encontrado más de 300 mensajes en el último mes, de llamadas de los clientes sin contestar en su teléfono que también herede.

De golpe me he dado cuenta lo equivocada que estaba. No voy a decir a nivel personal, porque en el fondo no la conozco nada más que en el trabajo y nos llevábamos bien. Pero laboralmente estaba yo totalmente equivocada. Eso que estuve a punto de recomendarla para otro trabajo. Menos mal que se me han abierto los ojos.

Una cosa que nunca he soportado de la gente en los trabajos, es lo que yo llamo “síndrome del empleado público”. Que es la desidia hacia todo, el trabajo diario, el horario, la responsabilidad ante las tareas. Yo siempre he trabajado para otros o mejor dicho, la mayor parte de mi vida laboral. Pero siempre me he involucrado como si fuera mi empresa. Es la única vía que conozco. Se me podrán achacar muchas cosas, pero nunca nadie me va a decir que no trabajo, o que no asumo mi reponsabilidad. Siempre he creido, que así tengo el derecho de patalear si cabe. Son posturas ante la vida.
Ese bendito “mañana”, todo para mañana, cada día lo soporto menos. Asi se va la vida. He aprendido que el tiempo es valioso, o mi tiempo es valioso, por eso, tonterias las justas.

Bueno volviendo al principio, que este no era el motivo del post, me ha caído un marrón que aun hoy domingo, no he levantando cabeza de atasco con mis cosas. Eso si. Luego de un jueves para olvidar, me voy a empezar a tomar las cosas… una a la vez. No cuarenta.

Los marrones los he controlado o casi, así que intentaré tomarme todo esto como digo yo .. Como “superación personal” y pensando, que si esta energía la uso en la empresa de otros, porque no hago lo mismo en mi propia empresa? Me tiro a la piscina? Al final, los trabajo que tenemos ahora me los he generado yo misma, porque no lo hago para mi?

Me lo estoy pensando. Alguna vez me plantie, que ella colaborara conmigo, aunque en una mañana he cambiado de idea. Al ver el reguero de ineptitud que ha dejado, se ha cavado su propia tumba.

Juan José de San Martín, prócer argentino, él que cruzo los Andes en una mula y liberó Chile y Perú, decía “cada uno es artífice de su propio destino”. Mi abuelo que era el “chapetón” y jugaba a la paleta en Paraná con Juan Domingo Perón en el club social, cuando Perón recién empezaba su carrera como subteniente y eran dos jovenes de juergas, decía “cada uno se jode como quiere y puede”.

Hagan juego señores.

pd: che perdrín, perdona, tenia la intensión de no poner nada más personal, pero queria escribir de la responsabilidad ante las cosas y salio esto. Es que voy de un acelere.. ommmmmm ommmmmm

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Exceso de responsabilidad

Una de las características de mi generación, y las anteriores, es que nos han enseñado a ser responsables con las cosas. Evidentemente esto lo digo así, porque no noto lo mismo en las nuevas generaciones. Es más, lo que noto es la cultura de protestar para que me den, y no protestar como arma ante la injusticia. Pero esto para otro post.
Ayer noche dormí fatal. 4 horas muy bien, pero me desperté y no pare de pensar en el trabajo hasta no se qué hora. Al final me venció el sueño, pero el resultado fue dormir fatal.

Hoy por la mañana, mientras disfrutaba por el parque recién regado, del frescor de la hierba con mis perros, pensaba “porque tengo que asumir responsabilidades que no son las mía?” No creo que me paguen para eso.

En qué punto, uno se involucra con lo que no es su responsabilidad, sino la de otro? Porque nos han educado en hacernos cargo de las cosas cuya respuesta la tiene que dar otro, que para colmo está de vacaciones ahora y uno solo lo estoy reemplazando?
Siempre he sido y he crecido con ello, por educación y por carácter, a ser responsable.

Pero un exceso tampoco es bueno. Envidio a los que entran, cumplen y se van a casa sin cargo de conciencia de si terminaron o no. Yo estos últimos años, estoy aprendiendo a hacerlo, y a veces me sale bien, pero esta semana no he podido. Lo que sí, hoy por la mañana me he dado cuenta que no es mi responsabilidad. SI hay un problema, que la persona que está de vacaciones no ha sabido dar respuesta estos últimos meses, porque yo voy a tener que hacerlo en tres semanas que haga su trabajo. Lo único que tengo que intentar es hacer las tareas lo mejor posible, seguir adelante, y que de respuesta él, cuando vuelva.

Independientemente esta reflexión, me gustaría ser una persona más relajada con estos temas. No tomarme las cosas tan a pecho. Viviría más relajada, y sobre todo dormiría mejor, no como anoche. Hoy casualmente al comprar el periódico, hablaban de las vacaciones del local, y un cliente le dice “te vas de vacaciones?” y responde el kiosquero “pues sí, todo el mes, he aprendido a trabajar para vivir, y no vivir para trabajar”.

Sabía reflexión, aunque sea una frase hecha. Alguna vez la aprenderé yo? No lo tengo tan claro, aunque lo intento.

pd: che pedrín, que tal se te da el bricolage del hogar???

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