#Día 31-
Leía el otro día en el País, sobre los “Shidu“. Son los padres que con la política del hijo único en China, y por diversas circunstancias estos habían muerto, dejando a los padres solos. En un país como China, donde no tener hijos es de mala suerte, solían entrar en grandes depresiones y buscaban llevarlo lo mejor posible.
Como todo en China es mucho, hablamos de más de 1 millón de personas. En este caso, lo intentaban sobre llevar, cantando en un coro.
Independientemente de la situación, que me sorprende, la entiendo. En una sociedad tan particular, no tener hijos es una desgracia. Como dice el artículo “En un país donde la mentalidad confuciana obliga a tener descendencia que pueda honrar a los antepasados, muchos de estos padres caen en una depresión profunda.”
Cuando lo terminé de leer el artículo, me quedé pensando y si uno no tiene hijos como yo, estoy condenada?
Es tan distinta la cultura occidental con la oriental, que a veces cuesta entender las cosas. Pero lo que plantean a veces yo lo pienso.
Cuando no tienes descendencia, te planteas porque haces las cosas, para que, que te motiva. Alguien me dijo una vez, “tu eres tu propia motivación”. Pero si crees tener una visión de la vida si el “egoísmo” de pensar siempre en ti, es complicado encontrar un porque.
Utilizas mucha energía en estar centrado y bien. Pero si dejas que la cabeza esté continuamente preguntándose el porque o para que, tienes un gran problema.
Uno va sumando años, y piensas, si me pasara algo, quien me cuidaría, o quien se haría cargo de mis mascotas, o quien se haría cargo de mis cosas. Y vas, despacito, desapegandote de todo y de todos, sin darte cuenta. Es un pequeño goteo de día a día.
Cada día, te vas a alejando creando tu propio mundo, donde esas cosas no son importantes, y cada día tiene menos cosas materiales, y emocionales. Así, si algo pasa, tu huella de carga para los demás sea mínima.
El mundo no está pensado para la gente sola, y menos que no tenga descendencia. Y lo digo sin acritud, ni ningún tipo de connotación. Solo estoy aseverando un hecho real y cierto y sobre todo reflexionando sobre ello.