Orsari: la teoría de los guiños

Antes de leer este post tienes que leer este de Orsay y su teoría de los guiños

Orsay lo leo siempre, me siento tan cercano a sus divagues, pero ayer cuando leí este post era como si hubiera confirmado que no soy la única en este mundo que se fija en esas cosas. No lo comento mucho porque a veces pienso que dirán que soy media rara o bruja, y no es así. Es más, tengo sobre eso dos anécdotas una buena y una mala por no hacerles caso.

La buena: Mi número preferido siempre han sido el 22 y el 4, más el 4 que los otros, pero como 2+2=4, también me gusta, en fin. Aunque según los chinos o japoneses no recuerdo, el 4 trae mala suerte, pues a mi no. Aunque ahora me fijo mucho en el 7, neuras seguro.
Cuando empecé la facultad, tuve que rendir examen de ingreso, y me saque el número 22 para la inscripción, iba por prioridad de nota. Sabía que era lo mío, aunque como no fue 4 no estaba del todo convencida. Cuando la terminé, en la ceremonia de entrega de diplomas me dieron el sitio 4, posiblemente porque mi primer apellido empieza con A, pero me confirmó al final que era mi futuro. Siempre lo he pensado.

La mala. Hace unos años contactó conmigo una empresa de ingeniería que tenía intereses en Argentina, y querían a alguien que fuera para allá a hacerse cargo de la oficina en Buenos Aires.
Yo en un primer momento, me emocioné porque pensé, joder que buena oportunidad para volver. No es lo mismo, volver como director de una empresa que como nada. Demás está decir que en esa época aun pensaba en volver, no había pasado aun lo del corralito y esas cosas que después pasaron.
Antes de ir a la entrevista, hable por teléfono con un amigo, y cuando se lo cuento me dice, “lukre no se que decirte. Mira si mañana antes de ir te enteras de algo sobre la Argentina, el trabajo no es para vos, sino si.” Os parecerá raro, pero esta persona es muy especial, algún día hablaré de él, es un convencido de la teoría de Orsay.
Pues nada, me levanto el día de la entrevista, saco al perro, y cuando voy a comprar el periódico leo en letras enormes “Repsol ha comprado YPF”. En ese instante supe que me estaba equivocando. Y me equivoque. Pero acepté porque la razón o el raciocinio pudo más, en pensar son boludeces, no le hagas ni puto caso. Fue la peor experiencia laboral de mi vida y solo duró 6 meses. De más está decir que aun estoy aquí y que salí tan quemada y mál que estuve otros 6 meses dando tumbos por ahi. Pero eso es otra historia.

Soy una convencida como Orsay, que si nos fijáramos más en lo de alrededor, veríamos las señales que nos indican si las cosas están bien o mal. Unos lo llaman “sentido común”, otros lo llaman “intuición”, otros “guiños”. Y no tiene nada que ver ni con brujería, ni con esoterismo, ni con nada místico.
Sea lo que sea, tenemos que aprender a tener en cuenta más las cosas que suceden cerca de nosotros. Yo en broma a veces digo “el universo me lo está avisando”.
Después de la experiencia esa laboral, que algún día la contaré, me propuse observar más a mí alrededor. Usar más mi intuición. Aunque yo no uso solo los “guiños” que veo como dice Orsay, sino que he aprendido a usar mi feeling.
O eso intento.

Pd: Espero que Orsay me perdone por usar su post, pero lo necesitaba hacer.
Pd2: para los que no conocen quien es Orsay, ¿Who is?
De lo mejor que lei de él esto (aunque me gustan un montn más):
La verdadera edad de los paises
España: decí alpiste